Por Mauricio Bock
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Presidente del Institute of Neurocoaching y Máster en Neuropsicología
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Todos pasamos por situaciones complejas y no deseadas en la vida. En el plano personal, puede ser una ruptura emocional, una pérdida o una humillación; en el plano profesional, podría ser un despido o un fracaso en un emprendimiento. No saber gestionar estas situaciones nos puede llevar a paralizarnos y hasta caer en la depresión o tomar malas decisiones para nuestra vida.
La resiliencia es la capacidad para sobreponernos a situaciones adversas y emociones negativas que enfrentamos en la vida. Es saber transformar nuestro dolor y utilizarlo a nuestro favor. Dominar esta competencia resulta primordial en este mundo tan cambiante para poder reinventarnos.
Seas un emprendedor o empleado que desea tomar las riendas de su carrera o mejorar sus relaciones, aplica estos tips para el desarrollo de tu resiliencia.
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1. Acepta la realidad: Los cambios forman parte de la vida, los fracasos son aprendizajes y lecciones para resurgir a flote nutrido de conocimientos. Negarse a los cambios genera una negatividad que no te permite encontrar salidas a las situaciones adversas. Pregúntate: ¿A partir de ahora qué voy a hacer de diferente para no repetir los mismos errores y salir adelante?
2. Escoge en qué pones la atención: Los pensamientos recurrentes ocurren cuando estamos solo enfocados en los problemas. Saber sopesar las situaciones es darles también importancia a las cosas positivas de tu vida. Para el cerebro, esta capacidad de encontrar el equilibrio ayuda a mantener la serotonina (neurotransmisor conocido por su relación con el estado de ánimo) en un nivel adecuado.
3. Cultiva las relaciones: Nuestro cerebro es social y requiere de calidad y frecuencia de contacto personal con otros. Las amistades y la familia nos ayudan a encontrar un sentido de vida que va más allá de nosotros. La conexión emocional con los demás nos hace entender que somos importantes a los ojos de los otros, así como los demás son importantes para nosotros. Encontrar esta responsabilidad sobre los demás desarrolla nuestra voluntad de seguir adelante por el cariño y el amor, principal fuente de motivación para el cerebro.
4. Toma decisiones: Postergar hacerse cargo es desde ya una decisión que tiene un resultado predecible: empeorar lo que nos ocurre. Nada se soluciona por sí solo. Recordemos que en las relaciones estamos siempre a unas conversaciones de solucionar la situación.
5. Practica mindfulness: La atención plena o mindfulness es una técnica de meditación para centrarnos en el presente de manera intencional y sin juzgar. Está demostrado que nos ayuda a mejorar la gestión de emociones y de estrés.
Finalmente, la resiliencia no es algo aislado, sino una forma de vivir que debemos escoger. Es para todos.