‘Que la falta de tiempo no sea excusa para no hacer deportes’, por Vanna Pedraglio

Vanna PedraglioHead coach en Vanna Instagram: vannaped y

Todos nos descuidamos físicamente más de una vez con la excusa de la falta de tiempo. Eso pasa por no tener la motivación para realizar a conciencia un cambio que se convierta en parte de un estilo de vida saludable. O por no saber integrar nuestros espacios con la familia o tal vez por no identificar lo que realmente nos apasiona. El deporte es nuestro espacio íntimo, indispensable para tener un equilibrio saludable en nuestra vida, la mejor forma para alejar esos pensamientos negativos y el estrés diario.

La actividad física realizada por al menos 20 minutos a una intensidad media alta o sobre tu 70% de la frecuencia cardiaca máxima te ayudará a segregar las cuatro neurohormonas de la felicidad: la oxitocina, la serotonina, la endorfina y la dopamina. Así que, si te concentras y realmente te enfocas lo suficiente en el momento de entrenar y entregas tu máximo potencial por al menos 20 minutos, sentirte bien contigo mismo será una consecuencia segura. Mantenerte motivado para entrenar en serio sí puede tomar mucho trabajo, pero introducirlo como rutina diaria es solo cuestión de métodos.

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Ahora les explicaré dos formas de conseguirlo. Estos métodos de inducción de nuevos hábitos te ayudarán a establecer poco a poco una rutina, y si lo logras, estarás aspirando a tener un estilo de vida más feliz y saludable. La primera la llamaremos hábito inducido por rutina. Se trata de que le des importancia y lo establezcas como una actividad más de tu día que no puede faltar, como cepillarse los dientes, por ejemplo. Debe ser necesario, así de importante, aunque no nos guste. Desde chicos, a veces sin entenderlo, había cosas que teníamos que hacer y seguramente lasseguirás haciendo toda tu vida. Pues lo mismo debe suceder con el entrenamiento. Con el tiempo, el cuerpo llega a acostumbrarse y adaptarse de tal manera a este esfuerzo que se instala en nuestra biología con un biorritmo.

Es muy importante, para conseguir este cambio, que le enseñes en el proceso a tu familia a respetar tu decisión. Al principio no será fácil, pero cuando te vean disciplinado verás que marcarás un ejemplo y serán ellos los que después te ayuden a cumplir con tu rutina. Este método funciona muy bien si eres disciplinado. Pero si crees que no funcionará contigo, aquí tienes otra alternativa.

La segunda forma es el hábito inducido por la pasión. En este caso, te aseguro que mantendrás la rutina tanto a corto como a largo plazo. Para ello, debes tomarte el tiempo para descubrir cuál es el tipo de entrenamiento que más te gusta para mantenerte siempre en movimiento. Para que este método funcione, la autoobservación es indispensable. Si ya tienes una disciplina en mente, debes destacarla, mantenerla y desarrollarla. Piensa también qué tipo de personalidad tienes; si eres de los que le gustan los eventos sociales con mucha gente, tal vez ir a un centro de entrenamiento o correr carreras sea lo tuyo. Pero si eres de los que les gusta una práctica más tranquila y disfrutas de la soledad, tal vez el yoga, el taichí, la meditación o entrenar en casa sean tu mejor opción. Una vez identificada esta pasión, investiga todo lo que puedas sobre ella. Aprende todo sobre los mejores exponentes de su práctica, cuál es su origen, las últimas técnicas o apps vinculados. Haciendo esto te sentirás parte de una comunidad, motivado y, lo más importante, encontrándote al fin y al cabo a ti mismo.

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