Kenia lanzó el sábado 15 de abril su primer satélite operativo de observación de la Tierra a bordo de un cohete SpaceX de Estados Unidos, la compañía de Elon Musk. Tanto la agencia espacial de Kenia (KSA, por sus siglas en inglés) como la empresa privada compartieron la transmisión.
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El satélite, desarrollado por nueve ingenieros del país africano, recopilará datos agrícolas y ambientales, incluso sobre inundaciones, sequías e incendios forestales, que las autoridades planean utilizar para la gestión de desastres y para combatir la inseguridad alimentaria.
De acuerdo con el reporte de Reuters, el cohete Falcon 9 que transportaba al satélite Taifa-1 despegó a eso de las 0648 GMT sin incidentes desde la Base Vandenberg en California, luego de tres aplazamientos debido al mal tiempo.
Alloyce Were, ingeniera aeronáutica y subdirectora de Navegación y Posicionamiento en la Agencia Espacial de Kenia, administrada por el gobierno, declaró antes del lanzamiento: “Tenemos los desafíos que ha traído el cambio climático, que el satélite, en virtud de poder capturar imágenes (podrá ayudar a monitorear)”.
“Podemos monitorear los cambios en los bosques, podemos monitorear los cambios en la urbanización”, destacó.
Un satélite low cost
El satélite se armó con la ayuda de la compañía aeroespacial búlgara Endurosat a un costo de 50 millones de chelines kenianos (372.000 dólares) durante dos años, dijo la agencia espacial. Para tener una idea, $1 es equivalente a 134.4500 chelines kenianos.
La KSA asegura que su satélite operará durante cinco años y luego se descompondrá durante 20 años, ingresando a la atmósfera y apagándose.
El cohete de lanzamiento tenía 50 cargas útiles de otros países, incluida Turquía, en el marco del programa de viajes compartidos de SpaceX.