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¿Puede la geoingeniería acabar con el calentamiento global?

Los expertos y algunos responsables políticos consideran que alterar el sistema natural de la Tierra es una forma rápida de combatir el cambio climático, pero otros especialistas advierten de que es una posibilidad remota. Metro investiga la situación

Geoingeniería
Geoingeniería (Visual Generation Inc.)

El calentamiento global sigue avanzando y causando estragos en todo el mundo, lo que lleva a muchos expertos a buscar soluciones inmediatas. Un enfoque potencial es la geoingeniería, sin embargo, los especialistas tienen sus dudas sobre esta tecnología.

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El gobierno estadounidense anunció recientemente las primeras adjudicaciones de un fondo de 3.500 millones de dólares para proyectos destinados a eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera. Los responsables políticos también están explorando formas más invasivas de geoingeniería, que implican la manipulación deliberada y a gran escala de los sistemas naturales de la Tierra.

“La geoingeniería se refiere a la intervención deliberada y a gran escala en los sistemas naturales de la Tierra para contrarrestar los efectos del cambio climático”, explicó a Metro David Kitchen, profesor de Geología de la Universidad de Richmond (Estados Unidos).

Aunque los expertos e incluso los gobiernos ven la geoingeniería como una solución rápida para combatir el cambio climático, alterar el complejo e interconectado sistema climático de la Tierra puede tener consecuencias imprevistas. Los cambios que benefician a una región pueden perjudicar a otra, y los efectos pueden no quedar claros hasta que sea demasiado tarde.

“La geoingeniería podría tener impactos medioambientales imprevistos y posiblemente irreversibles, lo que la convierte en una apuesta arriesgada”.

—  David Kitchen, profesor asociado de Geología de la Universidad de Richmond, EE.UU.

En un texto publicado recientemente sobre el tema, Kitchen afirma que estas consecuencias aún no se comprenden suficientemente. Más allá de los posibles impactos físicos, los países carecen de estructuras jurídicas o sociales para gestionar tanto el uso como las consecuencias cuando las cosas van mal.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Academia Nacional de Ciencias y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, entre otras organizaciones, han expresado preocupaciones similares.

Aparte de los problemas de seguridad, otra cuestión crítica es la responsabilidad. La geoingeniería destinada a ayudar a una región podría perjudicar a otras, dada la interconexión global de los sistemas oceánicos y meteorológicos. En la actualidad, existe un vacío normativo y no hay un marco claro para determinar la responsabilidad en caso de percances o daños que traspasen las fronteras nacionales.

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Ante estos posibles escenarios, Kitchen cree que la geoingeniería podría ser una apuesta arriesgada. Aconseja continuar con los métodos tradicionales para hacer frente al cambio climático, como la reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero, la forestación y el aumento del secuestro de carbono en el suelo, es decir, retener más carbono orgánico en los suelos fértiles.

“La estrategia más eficaz para combatir el cambio climático sigue siendo reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos inevitables”, concluye Kitchen.

Tipos de geoingeniería

Las estrategias de geoingeniería se clasifican a grandes rasgos en dos tipos: Eliminación del Dióxido de Carbono (CDR) y Gestión de la Radiación Solar (SRM).

-CDR se centra en capturar y almacenar dióxido de carbono para reducir las concentraciones de gases de efecto invernadero.

-La SRM pretende reflejar un pequeño porcentaje de la luz solar hacia el espacio para enfriar el planeta.

Entrevista

David Kitchen, profesor de Geología de la Universidad de Richmond, EE.UU.

P: ¿Cómo podría ayudar la geoingeniería a combatir el calentamiento global?

- La geoingeniería podría servir como estrategia complementaria a la reducción de emisiones para mitigar los peores efectos del cambio climático. Por ejemplo, las tecnologías CDR, como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), la captura directa en el aire y el aumento de la alcalinidad oceánica podrían reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera. Las técnicas de SRM, como la inyección de aerosoles en la estratosfera, podrían enfriar temporalmente la Tierra al reflejar la luz solar, lo que daría a la humanidad más tiempo para reducir las emisiones y adaptarse al cambio climático.

P: ¿Cómo se utilizaría?

- El uso de la geoingeniería dependería de la tecnología o el método específico de que se trate, de la escala de despliegue y de los acuerdos internacionales. Por ejemplo, los métodos CDR, como la forestación y el secuestro de carbono en el suelo, podrían aplicarse a escala local, mientras que tecnologías como BECCS y la captura directa de aire requerirían infraestructuras y energía considerables. En cambio, las técnicas de GRS requerirían una coordinación internacional, ya que afectan al sistema climático de formas que podrían tener implicaciones transfronterizas.

P: ¿Por qué cree que es una apuesta cara?

- La geoingeniería conlleva costos elevados, tanto financieros como medioambientales. Muchas tecnologías de RCD aún no son rentables a la escala necesaria para tener un impacto significativo. Mientras tanto, las técnicas SRM pueden reducir temporalmente las temperaturas, pero no hacen nada para abordar la causa fundamental del cambio climático, que es la acumulación de gases de efecto invernadero. Además, la geoingeniería podría tener repercusiones medioambientales imprevistas y posiblemente irreversibles, lo que la convierte en una apuesta arriesgada.

P: ¿Qué resultados potencialmente perjudiciales podría tener la geoingeniería?

- Las técnicas de geoingeniería conllevan una amplia gama de posibles efectos secundarios y consideraciones éticas. Por ejemplo, la SRM podría provocar cambios en los patrones climáticos, causando sequías o (menos seguro) alterando los monzones de los que dependen las comunidades. También podría tener implicaciones para la desigualdad global, ya que algunas regiones podrían beneficiarse a expensas de otras. Las técnicas de RCD, sobre todo las que implican un uso del suelo a gran escala, podrían afectar a los ecosistemas y a la biodiversidad. Además, el recurso a la geoingeniería podría reducir la urgencia de reducir las emisiones, la única solución realmente garantizada.

P: ¿Podría funcionar la geoingeniería como solución rápida para el clima?

- La geoingeniería no debe considerarse una solución rápida para el cambio climático. Aunque en teoría algunos métodos de SRM podrían enfriar rápidamente el planeta, sólo servirían para enmascarar temporalmente el problema subyacente y conllevan riesgos potencialmente catastróficos. En cambio, los métodos CDR tardarían en desplegarse a la escala necesaria. La estrategia más eficaz para combatir el cambio climático sigue siendo reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los impactos inevitables.

En resumen, aunque la geoingeniería ofrece posibilidades intrigantes para mitigar el cambio climático, conlleva riesgos e incertidumbres significativos. No debe considerarse un sustituto de la reducción de emisiones, sino más bien un componente potencial de un planteamiento más amplio y polifacético de mitigación y adaptación al clima.

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