El precio del limón asusta en todo el país. En la Sierra está subiendo, en la Costa pasa de los 18 soles y puede llegar a los 20. Hay noticias de importación informal desde Bolivia y en las cocinas no se sabe qué hacer para preparar ceviche, causa o sarza criolla. El limón no para de subir y desde Tambogrande, población dedicada a su cultivo, explican qué pasa.
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No hay limón en las plantaciones. En la cuenta Bajo La Lupa Tambogrande en Facebook, dedicada a la cobertura de noticias en la zona norte del país, se abrió un debate de por qué el precio está donde está. Una de ellas es Elena Alvarado, quien desestimó la teoría de Joseph Rabanal. “Dejen de comprar limón y verán que bajará”, comentó.
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Pero en Tambogrande saben que no es tan sencillo como especulación que se soluciona al disminuir la compra. Alvarado dejó una contundente frase: “Ven a mi parcela y todo el que encuentres, te lo regalo”. Rosario Ramos añadió: “No hay ni un solo limón en las plantas”.
¿Por qué subió el limón?
Todo tiene que ver con el fenómeno del Niño Costero que se ha venido presentando con un aumento de la temperatura del mar. Esto ha producido cambios en el clima tan evidentes como un invierno cálido en Lima, o lloviznas durante el verano que se han repetido en agosto.
En los mercados de Lima el limón se convirtió en oro. No está al alcance de los caseros sino resguardado, para que ni uno solo se pierda. Pagar un sol por un solo limón se volvió común en estos días, así como poner la mirada hacia el limón Tahití, de menor precio pero que también comenzó a escasear.
