A pocas horas de iniciar la tercera “Toma de Lima” los controles de seguridad por parte de las autoridades se intensifican en Ancón y Pucusana ante la llegada de manifestantes. Las medidas se despliegan luego de que varios grupos y gremios de sindicatos de diferentes regiones emprendieron el viaje hacia la capital para participar en una protesta general en contra de la presidenta Dina Boluarte y exigir el cese de las funciones del Congreso de la República.
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Desde tempranas horas de la mañana, más de 15 funcionarios de las diferentes instituciones como la policía de carretera, la policía de extranjería y la dirección de inteligencia reforzaron la seguridad en la garita de control, en el kilómetro 43 de la Panamericana Norte, en Ancón, inspeccionando todos los buses interprovinciales provenientes de Cusco y Arequipa.
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El medio radial Exitosa Noticias reseñó que los efectivos revisaron al menos unos 10 unidades colectivas que venían desde el norte del país, solicitando a los pasajeros sus documentos de identidad con el fin de verificar si tenían requisitoria, delitos o si eran extranjeros. En este punto de control se intervinieron a 110 extranjeros, de los cuales la mayoría eran de nacionalidad venezolana, ecuatoriana y colombiana, y seis de ellos se encontraban en situación irregular.
De igual manera se llevaron a cabo las medidas de prevención en Pucusana y Corcona, en donde los agentes desviaron el tráfico de las pistas y subieron a los buses y combis para revisar las identidades de cada uno de los pasajeros. Unos estuvieron a favor de la requisa, pero a otros les pareció incómodo por la larga espera.
Las supervisiones forman parte del operativo denominado “Control Verde”, tal como anunció el general PNP Óscar Arriola, jefe de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri) para lograr la identificación total de todas las personas que arriben a Lima, a través de un trabajo minucioso en el que se tomará conocimiento de los antecedentes penales, orden de captura pendiente, así como registro de pertenencias para descartar que porten armas o drogas.
