Cuando Benfica emprendió su andadura en la tercera ronda de la fase previa de la Liga de Campeones en agosto, muy pocos creían que los portugueses irían muy lejos en el máximo torneo de clubes de Europa.
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Venían de un temporada decepcionante. Las expectativas estaban por el piso.
Pero Benfica sorteó cada ronda y se afianzó como equipo bajo la conducción del técnico Roger Schmidt.
Ahora, el histórico club luso se encuentra en un momento inmejorable y es visto como un rival peligroso al asomarse en las fases decisivas de la ‘Champions’. Nadie considerará a Benfica como uno de los débiles a la hora del sorteo de los cuartos de final la próxima semana.
No había sido así hasta hace poco. No accedían a la ronda de octavos desde 2016-17.
Las Águilas sorprendieron con una marcha invicta para ganar un difícil grupo que incluyó a dos pesos pesados como Paris Saint-Germain y Juventus. Vapuleó 5-1 al Club Brujas el martes — su victoria de local más abultada en la Liga de Campeones — y selló su pasaje a los cuartos de final imponiéndose 7-1 en el marcador global.
“En esta etapa de la Liga de Campeones siempre te tocarán rivales de calado. Tenemos que respetar a todos", dijo Schmidt. “Pero jugando de esta manera, con este enfoque, motivación y defendiéndose bien, vamos a intentar meternos en las semifinales”.
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Sería la primera vez que Benfica se abra paso en las semifinales desde 1990, año en el que perdió ante el Milan en la final. La pasada temporada, Benfica sucumbió en cuartos ante el eventual subcampeón Liverpool.
“Se quien sea nuestro siguiente oponente, seguirimos jugando de la misma forma", dijo Gonçalo Ramos, autor de dos goles el martes.
A sus 21 años, Ramos ha sido una de las figuras de Benfica esta temporada junto a Rafa Silva y João Mário, quienes también remecieron las redes el martes en el Estadio de la Luz. Se han acoplado perfectamente con Gonçalo Guedes, quien se incorporó durante el mercado de invierno procedente de Wolverhampton.
Chiquinho y Florentino ponen a funcionar la sala de máquinas del mediocampo, con el juvenil zaguero Antonio Silva y los veteranos Nicolás Otamendi y Álex Grimaldo cubriéndoles las espaldas en gran forma.
El equipo no se inmutó tras dejar partir a fin de enero al volante argentino Enzo Fernández a Chelsea, una operación que costó 106,7 millones de libras (131,4 millones de dólares en su momento).
Benfica apenas ha perdido uno de sus 42 partidos esta temporada. No conoce la derrota en 19 duelos como local. También está invicto en sus últimos 13 encuentros en todas las competiciones, con 11 victorias.
Y tiene una de las delanteras más prolíficas de la Liga de Campeones esta temporada. Han anotado 23 goles, uno más que Napoli y dos sobre el defensor del título Real Madrid. Comandan la liga portuguesa, sacándole ocho puntos de diferencia al Porto.
“El equipo pone mucho empeño en el trabajo y las cosas nos están saliendo bastante bien", dijo Silva.
Dos veces campeón de Europa al inicio de la década de 1960, Benfica no alcanzaba los cuartos de final en temporadas sucesivas desde 1968 y 1969.
Sabrá su próximo rival en el sorteo del 17 de marzo. Es probable que a los jugadores de Benfica les da igual quién será.