LONDRES (AP) — Antes de que la jefa de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, visitara Gran Bretaña la semana pasada, algunos bromearon en redes sociales escribiendo: ¿Puede traernos tomates, por favor?
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Durante las últimas dos semanas la gente en Reino Unido ha tenido que racionar verduras básicas para sus ensaladas, como tomates y pepinos, debido a la escasez de hortalizas frescas. Los estantes de verduras y frutas en muchas tiendas lucen casi vacíos, y la mayoría de los supermercados principales han impuesto límites en la cantidad de bolsas de ensalada o pimientos que se permite comprar a los clientes.
Las autoridades atribuyen el problema al reciente mal tiempo en España y el norte de África. Sostienen que la escasez podría persistir hasta por un mes. Pero muchas personas señalaron rápidamente que otros países europeos no parecen estar sufriendo los mismos problemas, lo que llevó a algunos a preguntarse si es consecuencia del divorcio de Gran Bretaña de la Unión Europea.
El gobierno británico ha rechazado la sugerencia de que el Brexit sea el culpable, pero los compradores siguen descontentos. La secretaria de Medio Ambiente, Therese Coffey, sugirió que los consumidores deberían “apreciar” los productos británicos y comer más nabos en lugar de verduras importadas, lo que provocó burlas generalizadas.
Los expertos dicen que el Brexit probablemente jugó un papel en la actual escasez de alimentos, aunque un conjunto más complejo de factores —incluido el cambio climático, la dependencia excesiva en Reino Unido de las importaciones durante el invierno, los altos costos de los energéticos y las estrategias de precios competitivos en los supermercados británicos— son las explicaciones más destacadas.
Este es un vistazo a algunos de los factores que han contribuido a lo que un comentarista europeo ha llamado el “fiasco de las verduras” en Gran Bretaña:
TIEMPO FRÍO, ALTAS FACTURAS DE ENERGÍA
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Las temperaturas inusualmente frías en España y las fuertes lluvias e inundaciones en Marruecos, dos de los mayores proveedores de tomates de Reino Unido, han provocado rendimientos bajos de las cosechas y se citan como la causa principal de la escasez.
En España, los agricultores señalan como culpables a las recientes temperaturas bajo cero, tras condiciones récord de calor y sequía del año pasado.
En la provincia española de Almería —en la comunidad autónoma de Andalucía y que produce el 40% de las exportaciones españolas de hortalizas frescas—, los niveles de producción de tomates, pepinos y berenjenas cayeron más de un 20% durante las tres primeras semanas de febrero en comparación con el mismo periodo de 2022, según FEPEX, una organización que representa a los exportadores españoles de frutas y verduras. El grupo asegura que la situación está mejorando.
El calor y la sequía registrados en Europa el año pasado también han afectado las cosechas de hortalizas en otros países, entre ellos Alemania.
A su vez, Holanda —otro importante productor de tomates— ha registrado una caída en la producción debido a que el fuerte aumento de las facturas de energía vinculadas a la invasión rusa de Ucrania significó que muchos productores no pudieran encender las luces LED de sus invernaderos este invierno.
Los productores de frutas y verduras en Reino Unido informaron que también se vieron obligados a dejar vacíos sus invernaderos.
Richard Diplock, director gerente de la firma Green House Growers, con sede en el sur de Inglaterra, explica que sus costos de energía son unas seis veces más altos en comparación con inviernos pasados.
“Decidimos que no podíamos costear la calefacción de los invernaderos en diciembre y enero, por lo que pospusimos la siembra hasta febrero. Muchos tomateros se encuentran en una situación similar”, afirma.
CULPANDO AL BREXIT
La escasez en Gran Bretaña —una imagen que contrasta con los estantes llenos de verduras en los supermercados de Europa continental— hicieron que algunos medios de comunicación de la UE emitieran expresiones de “gozo ante el mal ajeno”, señalando al Brexit.
Los expertos dicen que efectivamente la burocracia adicional y los costos asociados con el Brexit han influido, pero enfatizan que no es un factor principal.
“Una hipótesis que explicaría por qué hay menos exportaciones a Reino Unido es que si la oferta está restringida, ¿por qué tendría que enfrentar más trámites (al dirigirse a Gran Bretaña)?”, explica Michael Winter, profesor de Cambio Agrícola en la Universidad de Exeter. “Si los costos de transacción son mayores para exportar a un país en comparación con otro, eso determinará a dónde ir”.
“El Brexit acentuó el problema, sin duda”, añade Winter. “Pero no quiero sobredimensionarlo. Tiene más que ver con el cambio climático y con la falta de inversión en nuestro propio sector”.
PRECIOS DE LOS SUPERMERCADOS
Los agricultores alegan que otro factor es cómo los supermercados más grandes de Gran Bretaña han tratado de mantenerse competitivos al mantener los precios lo más bajos posible, a pesar de que los costos de los alimentos se han disparado, un factor importante de la tasa inflacionaria que actualmente está en sus niveles más altos en décadas.
En algunos países de la UE, como Alemania, no hay estantes vacíos, pero los precios de las hortalizas frescas se han disparado enormemente. Los supermercados británicos son reacios a pagar más o cobrar tanto a los clientes, sostiene Diplock.
“Estando en Reino Unido, sabes que el precio regular de un pepino es de 75 peniques (0,90 dólares), sin importar la época del año”, apunta Diplock. “Los productores norteafricanos y españoles tienen mejores ganancias si abastecen a los supermercados europeos”.
“¿DÓNDE ESTÁ LA INVERSIÓN?”
Incluso si los precios de la energía no hubieran subido tanto, los productores británicos no estarían ni cerca de cubrir la escasez de alimentos importados, según Diplock.
De los tomates y pepinos que se venden en los supermercados británicos durante el invierno, la producción nacional de Reino Unido apenas representa el 5% o menos.
El Gremio Nacional de Agricultores ha advertido desde hace meses que la dependencia excesiva de hortalizas frescas importadas deja a Reino Unido vulnerable a fenómenos meteorológicos impredecibles y otros factores externos, como la guerra de Ucrania.
Los agricultores también se han quejado de la falta de inversión del gobierno en el sector y de baja financiación para ayudarlos a hacer frente a unas facturas de energía dolorosamente altas.
El gobierno ha gastado miles de millones para ayudar a los consumidores y las empresas luego de que los precios del gas natural en Europa se dispararon a máximos récord debido a la reducción del suministro de Rusia.
“La pregunta más importante es por qué abandonamos la horticultura en este país”, señala Winter. “Esto es una especie de llamada de atención”.
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Los periodistas de The Associated Press Joseph Wilson en Madrid y Frank Jordans en Berlín contribuyeron para este reportaje.