MADRID, 27 (EUROPA PRESS)
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La reunión con los representantes de las principales cadenas de distribución minorista en Reino Unido se produce cuando los consumidores continúan enfrentando restricciones al comprar ciertos productos frescos en muchos supermercados.
De hecho, este mismo lunes la cadena de supermercados Lidl en Reino Unido era la última en sumarse a las restricciones que ya aplicaban supermercados como Tesco, Aldi, Asda y Morrisons, según señala el diario 'The Guardian'.
En declaraciones recogidas por 'PA Media', el ministro Spencer ha destacado que la situación actual, causada por el mal tiempo, muestra cuán dependiente puede ser el Reino Unido de ciertas rutas comerciales para algunos tipos de alimentos.
"Sé que las familias esperan que los productos frescos que necesitan estén en los estantes cuando van a su tienda semanal. Es por eso que llamo a los jefes de los supermercados para averiguar qué están haciendo para volver a llenar los estantes y para describir cómo podemos evitar que esto se repita", ha añadido.
De su lado, Tom Bradshaw, vicepresidente del sindicato de granjeros NFU, ha advertido de que el riesgo de no producir en el Reino Unido es volverse "más dependientes de las importaciones de España y Marruecos", por lo que cuando tienen problemas de producción allí, se encuentran los estantes vacíos que se están viendo en este momento.
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En esta línea, Andrew Opie, director de Alimentación y Sostenibilidad del British Retail Consortium, explicaba la semana pasada que las difíciles condiciones climáticas en el sur de Europa y el norte de África han interrumpido la cosecha de algunas frutas y verduras, incluidos tomates y pimientos.
"Si bien se espera que la interrupción dure algunas semanas, los supermercados son expertos en la gestión de los problemas de la cadena de suministro y están trabajando con los agricultores para garantizar que los clientes puedan acceder a una amplia gama de productos frescos", defendió el experto.
Por su parte, el director de los supermercados Waitrose, James Bailey, atribuía esta situación a "un fenómeno meteorológico extraordinario en España" y a que los productores del Reino Unido "no han encendido sus invernaderos debido a los altos precios de la energía". "Se trata de un problema de mal tiempo en España y Norte de África", señalaba.
Según las estimaciones del British Retail Consortium, el Reino Unido Bretaña normalmente importa el 95% de sus tomates y el 90% de las lechugas entre diciembre y marzo.