BEIJING (AP) — Estados Unidos añadió a su lista negra seis entidades chinas vinculadas a programas aeroespaciales de Beijing como parte de sus represalias por un supuesto globo espía chino que atravesó recientemente el espacio aéreo norteamericano.
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Las restricciones económicas anunciadas el viernes por la tarde siguieron al compromiso del gobierno del presidente Joe Biden de contemplar medidas más amplias para hacer frente a las actividades chinas de monitoreo y dificultarán que las cinco empresas y un instituto de investigación obtengan tecnología estadounidense de exportación.
Es probable que la medida agrave la disputa diplomática entre Estados Unidos y China provocada por el globo, que fue derribado el fin de semana pasado frente a la costa de Carolina del Sur. Estados Unidos dijo que el globo estaba equipado para detectar y recopilar señales de inteligencia, pero Beijing insiste en que era un artefacto meteorológico que se desvió de su curso.
El incidente llevó al secretario de Estado, Antony Blinken, a cancelar abruptamente un viaje de alto perfil a Beijing con el objetivo de aliviar las tensiones bilaterales.
La Oficina de Industria y Seguridad de Estados Unidos precisó que las seis entidades chinas estaban siendo objeto de represalias por “su apoyo a los esfuerzos de modernización militar de China, específicamente los programas aeroespaciales del Ejército Popular de Liberación (EPL), que incluyen aeronaves y globos”.
“El EPL está utilizando globos de gran altitud (HAB) para actividades de inteligencia y reconocimiento”, agregó.
El subsecretario estadounidense de Comercio, Don Graves, tuiteó que su departamento “no dudará en continuar usando” tales restricciones y otras herramientas regulatorias y de cumplimiento “para proteger la seguridad y soberanía nacional de Estados Unidos”.
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El viernes, un avión caza de Estados Unidos derribó un objeto desconocido que volaba frente a la remota costa norte de Alaska, por órdenes de Biden. El objeto fue derribado porque, según los informes, representaba una amenaza para la seguridad de los vuelos civiles, en lugar de alegar que se trataba de una nave de vigilancia.
Los dos incidentes similares en una sucesión tan cercana reflejan una mayor preocupación por el programa chino de vigilancia y la presión pública sobre Biden para que adopte una postura firme contra él.