Habitantes de un pueblo del noroeste de Siria encontraron a una niña recién nacida que lloraba y cuya madre aparentemente la dio a luz cuando estaba enterrada bajo los escombros de un edificio de cinco pisos aplanado por el terremoto, dijeron familiares y un médico a el medio The Associated Press.
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Cuando la hallaron, la bebé estaba enterrada y todavía unida a su madre por el cordón umbilical. Tristemente es la única de su familia que sobrevivió al derrumbe del edificio en la pequeña población de Jinderis, cerca de la frontera con Turquía, mencionó un pariente.
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“Los rescatistas la hallaron más de 10 horas después del sismo, una vecina cortó el cordón y la llevaron a un hospital de niños en la localidad vecina de Afrin, donde la colocaron en una incubadora”, relató el doctor Hani Maarouf.
Su temperatura corporal había caído a 35 ºC y tenía varias contusiones, pero su estado era estable. El médico calculó por la temperatura que nació unas tres horas antes de que la encontraran.
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El rescatista tomó la cabeza con las manos y le limpió suavemente el polvo de la cara antes de que terminaran de desenterrarla. El terremoto de magnitud 7.8 causó destrucción generalizada en el sur de Turquía y el norte de Siria. La cifra de muertes superó las seis mil 200 y la cifra sigue subiendo, de acuerdo a los últimos reportes.
