WASHINGTON (AP) — El gobierno estadounidense se estrelló el jueves contra su límite de deuda, provocando que el Departamento del Tesoro tomara medidas contables “extraordinarias” para evitar un impago, pero la fricción entre el presidente Joe Biden y los representantes republicanos plantea inquietudes sobre si Estados Unidos puede evitar una crisis económica.
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El Departamento del Tesoro dijo en una carta enviada a los líderes del Congreso que había empezado a tomar “medidas extraordinarias” debido a que el gobierno había alcanzado el límite de su capacidad legal de endeudamiento de 31,38 billones de dólares. El límite de deuda, impuesto artificialmente, ha sido elevado unas 80 veces desde la década de 1960.
“Le pido respetuosamente al Congreso que actúe rápidamente para proteger la plena confianza y el crédito de Estados Unidos”, escribió la secretaria del Tesoro Janet Yellen en la carta.
Hasta el momento los mercados permanecen en calma porque el gobierno puede apoyarse por ahora en las maniobras contables para seguir operando, y cualquier amenaza a la economía estaría a varios meses de distancia. Muchos analistas, a pesar de sus temores, dan por sentado que habrá un acuerdo.
Pero este momento en particular parece más tenso que otras ocasiones similares debido a las grandes diferencias entre Biden y el nuevo presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien encabeza un bloque republicano arisco.
Estas diferencias acrecientan el riesgo de que el gobierno incumpla sus obligaciones financieras por razones políticas, un problema que remecería los mercados financieros y, de no resolverse, hundiría a la economía más grande del mundo en una recesión que hasta ahora es totalmente evitable.
Biden y McCarthy tienen varios meses para llegar a un acuerdo, mientras el Departamento del Tesoro implementa sus medidas para mantener al gobierno en funcionamiento, al menos hasta junio. Pero la hostilidad partidista que no deja de acumularse desde hace años ha conducido a un conjunto conflictivo de exigencias que pone en peligro la capacidad de los legisladores para colaborar y cumplir un deber fundamental.
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Biden insiste en un aumento “limpio” del límite de deuda para que se puedan cumplir las obligaciones financieras vigentes, y se niega siquiera a hablar con los republicanos. McCarthy pidió sostener negociaciones que él cree conducirán a reducciones del gasto. No está claro cuánto quiere recortar y si sus compañeros republicanos aceptarían acuerdo alguno después de un inicio conflictivo del periodo de sesiones que requirió 15 rondas de votación para elegir a McCarthy como presidente de la cámara.
El techo de deuda fue originalmente una solución adoptada durante la Primera Guerra Mundial que permitía emitir bonos sin necesidad de repetidas aprobaciones por parte del Congreso. Pero en una época de polarización y creciente endeudamiento, el límite se ha transformado en una herramienta política. No refleja la capacidad real de endeudamiento del gobierno federal, sino simplemente cuánto puede pedir legalmente sin la aprobación del Congreso.
Para mantener al gobierno en funcionamiento, el Departamento del Tesoro hizo una serie de maniobras contables que pondrían una pausa a las contribuciones a los fondos de jubilación y de salud de los trabajadores federales, dando al gobierno suficiente margen financiero para manejar sus gastos diarios hasta aproximadamente junio.
Se desconoce qué ocurriría si estas medidas se agotaran sin un acuerdo sobre el límite de deuda. Un impago prolongado podría ser devastador, con caídas de los mercados y despidos impulsados por el pánico si se evaporara la confianza en una piedra angular de la economía mundial, señaló el Departamento del Tesoro.
Los analistas de Bank of America advirtieron en un informe la semana pasada que “existe un alto grado de incertidumbre sobre la velocidad y la magnitud del daño que sufriría la economía estadounidense”.
El desafío subyacente es que el gobierno tendría que balancear sus finanzas diariamente si carece de la capacidad de emitir deuda. Si el gobierno no puede emitir deuda, tendría que imponer recortes de un tamaño equivalente al 5% del total de la economía estadounidense.