CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El gran juicio por fraude financiero y corrupción en el Vaticano dio un giro telenovelesco el viernes con el testimonio, ordenado por el tribunal, de una especialista en relaciones públicas que guardaba rencor hacia uno de los principales acusados, el cardenal Angelo Becciu.
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Francesca Chaouqui fue llamada a declarar luego de que unos mensajes de texto incorporados al sumario indicaron que había ayudado al principal denunciante de Becciu a delatar al cardenal. Chaouqui nunca ha ocultado su fantasía de vengarse de Becciu, a quien acusó de estar detrás de su procesamiento en 2015 y 2016 por entregar documentos confidenciales a periodistas.
Al parecer encontró la oportunidad de ajustar cuentas cuando la policía vaticana comenzó a investigar en 2019 una inversión inmobiliaria de 350 millones de euros de la Secretaría de Estado vaticana en Londres. La fiscalía acusó a 10 personas, incluido Becciu, de una serie de delitos financieros, alegando que los religiosos y los intermediarios externos cobraron millones de euros a la Santa Sede en honorarios y comisiones.
Becciu está acusado en dos acuerdos tangenciales al caso de Londres, que aparecieron después de que el que fuera su mano derecha, el arzobispo Alberto Perlasca, cambiase de bando y empezara a colaborar con la fiscalía en agosto de 2020. Perlasca reveló el mes pasado que cambió su versión luego de que una amiga comenzó a pasarle consejos de alguien a quien identificaba como un “magistrado retirado”.
El “magistrado retirado” resultó ser la propia Chaouqui, quien había formado parte de una comisión papal encargada de investigar las vastas y opacas finanzas de la Santa Sede. En los círculos vaticanos es conocida por su papel en el escándalo “Vatileaks”, por el que fue declarada culpable de conspirar para filtrar documentos confidenciales a periodistas y recibió una sentencia suspendida de 10 meses de cárcel.
En declaraciones a periodistas a las puertas del Vaticano el viernes, Chaouqui prometió revelar que Becciu había traicionado al papa Francisco y que la “transparencia” que buscaba desde trabajó con la comisión estaba arrojando sus frutos.
Portando una caja llena de documentos, Chaouqui negó haberse presentado erróneamente como magistrado e insistió en que estaba actuando exclusivamente en interés de Francisco y de la verdad.
“Voy a explicarle al tribunal vaticano y al mundo cómo se defraudó al Santo Padre", tuiteó.