HYATTSVILLE, Maryland, EE.UU. (AP) — Cuando Jamieson Brill responde una llamada de crisis de un hispanoparlante en el teléfono 988 de ayuda de salud mental —un servicio lanzado en Estados Unidos hace seis meses— rara vez menciona la palabra “suicidio”.
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Brill, cuya familia es de Puerto Rico, sabe que el simple hecho de mencionar ese término en algunas culturas de habla hispana es tan mal visto que muchas personas que llaman están demasiado asustadas como para admitir que buscan ayuda para sí mismas.
“Por muy fuerte que sea el estigma en torno a los problemas de salud mental en las culturas de habla inglesa, en las culturas de habla hispana es el triple de eso”, asegura Brill, quien ayuda a las personas a superar las crisis de salud mental desde un pequeño edificio de ladrillo escondido en Hyattsville, Maryland.
Brill trabaja en uno de los más de 200 centros de llamadas repartidos por todo Estados Unidos que se encargan de responder a un aumento de llamadas —día y noche— de personas que sopesan suicidarse o que experimentan alguna otra emergencia de salud mental.
Con el apoyo bipartidista del Congreso y poco menos de mil millones de dólares en fondos federales, el teléfono 988 de ayuda a la salud mental ha ampliado rápidamente su alcance en los seis meses desde que fue lanzado: con más de 2 millones de llamadas, mensajes de texto y conversaciones de chat que llegan a raudales.
El número de centros que atiende las llamadas en español creció de tres a siete el año pasado. Una línea piloto dedicada a los jóvenes de la comunidad LGBTQ comenzó a recibir llamadas en septiembre. Hay planes en marcha para mantener ese impulso y el gobierno federal agregará opciones para chats y mensajes de texto en español más adelante este año. También tiene el objetivo de expandir esos servicios a una operación 24/7 para la línea LGBTQ.
Cuando se lanzó el servicio de 24 horas al día el verano pasado, se basó en la red existente con el personal que atendía a la antigua línea nacional de ayuda: el teléfono 1-800-273-8255. El nuevo número 988 está pensado para ser tan fácil de recordar como ya lo es el 911.
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No podría haber llegado en un momento más urgente: las tasas de depresión entre los adultos, las muertes por sobredosis y las tasas de suicidio en Estados Unidos han ido en aumento.
“El volumen de llamadas es, en algunos casos, mucho mayor de lo que anticipamos”, afirma Miriam Delphin-Rittmon, subsecretaria de Salud Mental y Abuso de Sustancias del Departamento de Salud (HHS, por sus siglas en inglés). “Nos permite saber que la gente está en apuros, que la gente pasa por un momento difícil. Lo que me alienta es que las personas son conectadas a servicios y apoyos, en lugar de luchar por su cuenta”, agrega.
La línea nacional de ayuda 988 registró 154.585 más llamadas, textos y conversaciones de chat durante noviembre de 2022 en comparación con la antigua línea nacional de ayuda en noviembre de 2021, según los últimos datos disponibles.
Los mensajes de texto han sido particularmente populares, y la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias notó un aumento del 1.227% en los mensajes de texto a la línea durante ese mismo tiempo.
La Línea de Crisis para Veteranos de Guerra —a la cual se tiene acceso presionando el número 1 después de enviar un mensaje de texto o llamar al 988— ha recibido 450.000 llamadas, mensajes de texto y conversaciones de chat, según el Departamento de Asuntos de Veteranos. Para finales de año, la línea había manejado un aumento de casi el 10% en comparación con 2021.
Las llamadas no dan indicios de bajar este año, pues los asesores respondieron 3.869 llamadas en la víspera de Año Nuevo y el primer día de 2023: un aumento del 30% en comparación con las fiestas del fin de año anterior. La línea en español experimentó un aumento de 3.800 llamadas de noviembre de 2021 a noviembre de 2022.
Mientras tanto, algunos estados sopesan crear sus propios teléfonos enfocados en ciertas comunidades.
En noviembre, Washington se convirtió en el primer estado norteamericano en lanzar una línea de crisis de salud mental centrada en los nativos de Alaska y otros indígenas estadounidenses. Las personas que llamen en Washington pueden comunicarse con la línea al llamar al 988 y después presionar la tecla 4 para ser atendido por uno de los 13 consejeros —todos ellos indígenas—, que contestan los teléfonos.
El hecho de que sean los descendientes de las tribus originales quienes responden esas llamadas es crucial, porque quienes están familiarizados con su cultura pueden descifrar de inmediato algunos términos que otros no pueden, explica Rochelle Williams, gerente de operaciones tribales de Volunteers of America Western Washington (Voluntarios de Estados Unidos para Washington Occidental), quien supervisa el centro de llamadas. Por ejemplo, añade, cuando una persona que llama dice que un familiar “me está fastidiando”, eso envía una señal de alerta inmediata: es probable que la persona indique que está siendo víctima de una agresión sexual.
“¿Quién tiene una mejor comprensión de los nativos estadounidenses que los propios indígenas norteamericanos?” agrega Williams. “No confiamos en muchos programas gubernamentales. Saber que estás hablando con otro indígena es realmente muy importante”.
Williams quiere ahora agregar opciones de chat y texto. Espera que la línea 988 de Washington para indígenas estadounidenses se vuelva un modelo para otras. Ya ha realizado presentaciones en Nuevo México, Oklahoma, Montana y en Canadá, que lanzará su propio servicio nacional 988 este año.
Se espera que los estados reciban más dinero para financiar el teléfono del presupuesto de fin de año de 1,7 billones de dólares, que reservó otros 500 millones de dólares para el proyecto.
Aun así, la financiación a largo plazo de la línea de ayuda 988 peligra en algunos estados, que aún deben elaborar un plan de financiación permanente para ella. Mientras que el gobierno federal invirtió millones de dólares en el proyecto, se espera que los estados se hagan cargo de la operación y la financiación de la línea 988, tal como lo hacen con los servicios de las llamadas al número de emergencias 911.
Hasta el momento, menos de 20 estados han aprobado leyes para financiar permanentemente su línea 988, según la Alianza Nacional para las Enfermedades de Salud Mental.
En Ohio, por ejemplo, los defensores de estas iniciativas presionan para que la legislatura estatal apruebe una cuota de 50 centavos de dólar a las facturas de los teléfonos celulares a fin de recaudar entre 50 y 55 millones de dólares cada año para financiar el servicio, dijo Tony Coder, de la Fundación para la Prevención del Suicidio en Ohio.
“Francamente, las vidas dependen de ello”, advirtió Coder. “La necesidad de los servicios del 988 es más crucial que nunca, simplemente por las secuelas y los problemas de salud mental por el COVID”.