DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Un prominente exfutbolista iraní, quien ha expresado su apoyo a las protestas antigubernamentales, dice que se impidió el lunes a su esposa y a su hija la salida del país, después de que su avión realizó una escala imprevista en un vuelo a Dubái.
PUBLICIDAD
Ali Daei, cuyo pasaporte fue confiscado brevemente a comienzos de este año, cuando volvió al país, dijo que su esposa y su hija partieron de Teherán legalmente antes de que el vuelo realizara una escala imprevista en la isla de Kish, en el Golfo Pérsico. Ahí, las autoridades interrogaron a ambas.
De acuerdo con el exjugador, su hija fue liberada, pero no era ya posible abordar el vuelo para ese momento. Indicó que su familia tenía previsto viajar a Dubái y volver la semana próxima.
El sitio Flightradar24 mostró que el vuelo W563 de Mahan Air fue desviado a Kish. De acuerdo con ese medio especializado en el rastreo de vuelos, el avión continuó un par de horas después con destino a Dubái.
No ha habido comentarios al respecto por parte de la aerolínea o de las autoridades iraníes.
La agencia semioficial Tasnim, que tendría vínculos cercanos con la Guardia Revolucionaria, informó que se impuso una prohibición a que la esposa de Daei viajara, a comienzos de este mes, debido al apoyo de la mujer hacia las protestas.
Sin dar detalles, el medio añadió que la esposa del exfutbolista trató de infringir la prohibición, y que su destino final era Estados Unidos. Los reportes no mencionaron por su nombre a la esposa ni a la hija, quienes no son figuras públicas.
PUBLICIDAD
Daei figura entre varias celebridades iraníes que han expresado su respaldo a las protestas, surgidas en septiembre a raíz de la muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años. La mujer curda falleció tras ser arrestada por la policía moral iraní en Teherán.
Presuntamente había violado el estricto código de vestimenta del país.
Las protestas se extendieron rápidamente por el país y escalaron hasta incluir la exigencia de que sea derrocado el régimen teocrático establecido tras la revolución de 1979. Se trata del mayor desafío al régimen clerical del país en más de cuatro décadas.
Al menos 507 manifestantes han muerto y más de 18.500 han sido arrestados, de acuerdo con la organización Activistas por los Derechos Humanos en Irán. Las autoridades iraníes no han revelado cifras de muertos o detenidos.
Antes de la incautación de su pasaporte, Daei, excapitán de la selección iraní, había instado en las redes sociales al gobierno para que “resuelva los problemas del pueblo antes de recurrir a la represión, la violencia y los arrestos”. Luego, el exdeportista informó que el pasaporte le fue devuelto.