MADRID, 20 (EUROPA PRESS)
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En el mayor de este tipo realizado hasta la fecha, el doctor Kevin Healy, de la Universidad de Galway, analizó la velocidad a la que más de 100 animales perciben los cambios en el mundo, lo que se conoce como percepción temporal. Los investigadores descubrieron que los animales con estilos de vida acelerados tienen sistemas visuales capaces de detectar cambios a mayor velocidad.
Especies como el moscardón y la mosca dragón son las que detectan los cambios a mayor velocidad, con una visión de 300 Hz (capaz de ver cambios 300 veces por segundo), mucho más rápido que los humanos, que pueden ver a 65 Hz. En los vertebrados, los ojos más rápidos eran los de los papamoscas, que veían a 146 Hz. Los salmones veían a 96 Hz y los perros a 75 Hz. Los ojos más lentos eran los de la estrella de mar corona de espinas, con 0,7 Hz.
"Tener una visión rápida ayuda a las especies a percibir cambios rápidos en el entorno. Esa percepción detallada de los cambios es muy útil si se mueve con rapidez o necesita precisar la trayectoria de una presa en movimiento". explicó el Dr. Kevin Healy en un comunicado.
"Al observar una gama tan amplia de animales, desde libélulas a estrellas de mar, nuestros hallazgos muestran que la percepción del tiempo de una especie en sí está vinculada a lo rápido que puede cambiar su entorno. Esto puede ayudarnos a comprender las interacciones entre depredadores y presas o incluso cómo aspectos como la contaminación lumínica pueden afectar a unas especies más que a otras".
Un hallazgo inesperado de la investigación es que muchos depredadores terrestres tienen una percepción del tiempo relativamente lenta en comparación con los acuáticos. El Dr. Kevin Healy dijo: "Creemos que esta diferencia puede deberse a que en los entornos acuáticos los depredadores pueden ajustar continuamente su posición cuando se abalanzan sobre la presa, mientras que en los entornos terrestres, los depredadores que se abalanzan sobre la presa, como una araña saltarina, no pueden hacer ajustes una vez que se han lanzado".
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No todos los animales tienen una percepción temporal rápida, ya que es energéticamente costosa y está limitada por la rapidez con que pueden recargarse las neuronas vinculadas a las células retinianas del ojo. Los animales que no necesitan una visión rápida utilizan esta energía para otras necesidades, como el crecimiento o la reproducción.
La percepción del tiempo también varía dentro de una misma especie, incluidos los seres humanos. Algunos estudios sugieren que, en el fútbol, los porteros ven los cambios a mayor velocidad y que el café puede aumentar temporalmente esta percepción en una pequeña cantidad.
El análisis de esta investigación utilizó datos recogidos en numerosos estudios que medían la percepción del tiempo mediante experimentos con luz parpadeante. En cada experimento se hacía parpadear una luz y se registraba la velocidad a la que el nervio óptico enviaba información, mediante unos dispositivos especiales llamados electrorretinogramas, que a su vez medían la rapidez con la que un animal podía detectar la velocidad del parpadeo de una luz. Esto se conoce como frecuencia crítica de fusión del parpadeo.
Healy presenta el trabajo en la reunión anual de la British Ecological Society, que se celebra esta semana en Edimburgo.