MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
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La nueva directora de la Residencia-Internado de San Ildefonso de Madrid, Carmen Jiménez, se enfrenta este 22 de diciembre a su primer Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad como máxima responsable de la institución, tras sustituir hace unos meses a su predecesora en el cargo, Charo Rodríguez.
Este será su primer sorteo como responsable de las niñas y los niños de la Residencia. Sin embargo, Carmen Jiménez revela en una entrevista concedida a Europa Press que ya ha estado en otros dos sorteos durante los años de la pandemia, "como una de las personas que formaba parte del equipo de lotería", por lo que cuenta "con cierta ventaja, al haber participado desde 'el otro lado'".
"El sorteo nos permite disfrutar de un ambiente tan especial como el que se vive ese día. Se impone la ilusión y el orgullo de ver cómo nuestras niñas y niños van desplegando sus habilidades, superando sus límites, ganando confianza en sí mismos y viviendo con gran sentido de equipo y de familia grande. Es como una fiesta que sentimos de manera totalmente compartida, con las familias de las niñas y los niños, con el resto del personal de la Residencia y con quienes ven el sorteo de una manera u otra", relata.
El consejo de Charo Rodríguez, su predecesora, es "que lo viva desde la ilusión y el disfrute compartido". "Pero debo reconocer, que también acompaña cierto nerviosismo, aunque el equipo de lotería de este año cuenta con profesionales que tienen una gran experiencia y esto me da mucha tranquilidad", confiesa.
En relación con los principales requisitos que deben cumplir los niños y niñas para cantar los números de la suerte en el sorteo, Jiménez destaca tener cumplidos los 8 o 9 años y disponer de una buena voz, que sea clara y tenga proyección. Desde mediados de octubre, los pequeños practican sus rutinas para tener todo a punto el esperado día.
De este modo, la nueva responsable de la Dirección del emblemático centro destaca que los niños y niñas "necesitan un nivel de conocimiento de los números adecuado para leerlos con rapidez", así como disponer de "fluidez verbal". Por último, según añade, "se valora la capacidad para mantener cierta presencia en el escenario".
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La directora de la Residencia de San Ildefonso de Madrid detalla que, para cada tabla del sorteo, se conforma un equipo de cuatro niñas y niños, en los que dos participan cantando número o premio y otros dos extrayendo las correspondientes bolas.
Como señala Carmen Jiménez, el equipo de lotería del centro está formado este curso por tres educadores, una educadora y la persona que se encarga de la puesta a punto del vestuario de las niñas y los niños, junto con la directora de la Residencia. En total, seis personas.
"Todos los que participamos somos voluntarios y el único requisito es querer acompañar y preparar a los menores en esta aventura, no sólo del sorteo de Navidad, también en los sorteos ordinarios de los jueves y los sábados que hemos retomado recientemente, tras más de dos años sin realizarlos", precisa la directora.
Preguntada sobre cuántos niños y cuántas niñas participan en el sorteo de este año, Carmen Jiménez explica que, en principio, está previsto que participen 24 menores, de los cuales 13 son niñas y 11 niños. Hay que tener en cuenta que estos datos podrían variar ligeramente el día del sorteo.
En cuanto a la nacionalidad, la mayoría tiene nacionalidad española y entre los países de procedencia de las familias se hallan República Dominicana, Perú, Guinea Ecuatorial, Marruecos, Ecuador, Bolivia, Colombia, y alguno más de menor representación en la Residencia.
De las 13 menores que cantan número o premio, participan por primera vez tres, mientras que de los 11 niños y niñas que cantan número o premio, lo hacen por primera vez cuatro. Contando a los debutantes que cantan, hay un total de siete menores que participan por primera vez en el Sorteo Extraordinario de la Lotería de Navidad.
ALTA PARTICIPACIÓN
La nueva directora de la Residencia-Internado de San Ildefonso reconoce que "este año, como viene siendo habitual, se han presentado más voluntarios de los que finalmente irán al sorteo". "Hemos tenido que seleccionar, no obstante al final contamos con una alta participación", afirma.
"Tenemos muchos candidatos pues les hace mucha ilusión disfrutar del ambiente tan especial que se vive el día 22 de diciembre y sentirse protagonistas ese día", asegura la nueva directora de la Residencia-Internado de San Ildefonso.
Desde mediados de octubre, los niños y niñas vienen ensayando dos días alternos en semana, una media hora que es lo que se tarda en completar un alambre. En los ensayos realizan de manera sucesiva las mismas rutinas que se van a seguir en el Sorteo Extraordinario.
"Durante los ensayos además se les dan pautas para afrontar situaciones imprevistas y se prepara el sorteo desde el disfrute de la actividad, se les anima a confiar en ellos mismos pues están preparados para hacerlo muy bien y a apoyarse en sus compañeros pues es una actividad que se realiza en equipo", manifiesta Carmen Jiménez.
COMPETENCIAS PERSONALES Y SOCIALES
Para la directora del centro, esta actividad potencia el desarrollo de competencias tanto personales como sociales. "Entre las personales podemos destacar la confianza en uno mismo, manejo de emociones, el compromiso. En relación a las competencias sociales, podemos hablar de comunicación, colaboración y cooperación al desarrollarse la actividad en equipo", especifica.
En relación con la rutina del día previo y la del sorteo, Carmen Jiménez revela que la víspera se lleva a cabo el ensayo general en el Teatro Real, que este año será el miércoles 21 de diciembre al caer en jueves el día 22. "El día señalado, bien tempranito nos dirigimos al Teatro Real, en donde nos acomodamos en un camerino amplio y con mucha ilusión se va desarrollando, de la forma más natural, la esperada jornada", subraya.
En la actualidad, la Residencia Internado San Ildefonso dispone de 60 plazas para niñas y niños de edades comprendidas entre 6 y 14 años. Las familias de las niñas y los niños viven diferentes circunstancias económicas, laborales o socio familiares que hacen necesario un apoyo temporal en la crianza de sus hijos.