LUSAIL, Qatar (AP) — La “Scaloneta” finalmente descarriló. Y el percance ocurrió en el inicio de su viaje más importante.
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La Argentina de Lionel Scaloni, el entrenador novato que cambió las dudas iniciales sobre su idoneidad para el puesto por elogios tras guiar a la Albiceleste a su primer título en 28 años, quedó bajo cuestionamiento tras la derrota sorpresiva del martes, por 2-1 en el debut del Mundial que compromete el futuro de la Albiceleste en el torneo.
“Mejor no podíamos venir, es la realidad. Pero el fútbol y estas grandes competiciones no te dan tiempo de equivocarte. Es el peor momento desde que estamos acá”, dijo Scaloni en la posterior rueda de prensa. “Ahora, hay que seguir adelante y ganar los dos partidos. Podríamos haberlo hecho mejor, pero toca levantarse”.
Posiblemente, el mayor pecado de Scaloni fue iniciar la travesía mundialista con su base ideal de jugadores, entre ellos nueve que formaron parte del equipo que le ganó 1-0 a Brasil en la final de la Copa América 2021, pese a que algunos no estaban en buenas condiciones físicas y otros llegaron con poca continuidad porque son suplentes en sus clubes.
El caso más emblemático es el defensor Cristian Romero, quien llevaba más de un mes de inactividad en el Tottenham inglés por una lesión muscular y quedó expuesto en la jugada del empate de Araba Saudí, cuando no pudo frenar a Saleh Alshehri.
También reprobaron contra los saudíes el mediocampista Leandro Paredes y el delantero Ángel Di María, autor del gol que le dio el triunfo a la Argentina sobre Brasil. Ambos venían de jugar pocos minutos tras recuperarse de desgarros sufridos en octubre.
“El estado físico no me preocupa porque los goles no vinieron por ese lado. En principio, la mayoría están bien (en lo) físico”, respondió el técnico al ser consultado sobre el estado de sus dirigidos.
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El volante Rodrigo De Paul y el lateral Nahuel Molina, que nunca se afianzaron en el once titular del Atlético Madrid, jugaron uno de sus peores partidos con la selección. El primero, vital por su despliegue e intensidad, jugó con una marcha menos, lo que hace suponer que no está en su mejor condición.
Scaloni eligió a Alejandro Gómez para reemplazar a Giovani Lo Celso, uno de los pilares del mediocampo que se quedó afuera del Mundial por lesión. Si bien en el primer tiempo el “Papu” estuvo activo, pocas veces se conectó con Messi y le ganaron en varias ocasiones la espalda.
La prueba más evidente del disgusto del entrenador por lo que sucedía en cancha fueron los cambios que introdujo en el segundo tiempo, luego de que el capitán saudí Salem Aldawsari dio vuelta el marcador: salieron Romero, el lateral Nicolás Tagliafico, Paredes y Gómez.
En un equipo descompuesto colectivamente, el astro Messi no lució y poco pudo hacer para revertir la historia, al igual que el artillero Lautaro Martínez. Ambos fueron los autores de la mayor cantidad de goles en el ciclo de Scaloni.
Con la derrota, Argentina quedó obligada a vencer a México el sábado por el Grupo C, que cerrará luego ante Polonia.
Tras uno de los mayores papelones futbolísticos de Argentina en mundiales —equiparable a la derrota sufrida ante Camerún en el partido inaugural de 1990— ¿apostará Scaloni por el mismo equipo o le dará la oportunidad a jugadores más frescos y en mejor forma como Lisandro Martínez, Enzo Fernández y Julián Álvarez? Los tres ingresaron en el segundo tiempo y dentro de la confusión generalizada no desentonaron.
Ahora depende del entrenador volver a poner en marcha a la “Scaloneta”.