BARCELONA, 24 (EUROPA PRESS)
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La escritora argentina Ana Navajas reflexiona sobre el paso del tiempo, la maternidad y los cuidados en su primera novela 'Estás muy callada hoy' (Seix Barral) a través de los silencios y de la "búsqueda permanente" desde su doble condición de escritora y ama de casa.
"Cuidar es muy adictivo", ha sostenido Navajas en un encuentro telemático con periodistas este lunes en el que ha argumentado que es necesario desprenderse de esta identidad cuidadora para poder hacer otras cosas como, en su caso, escribir.
En 'Estás muy callada hoy' la protagonista repasa su infancia en un pueblo del litoral de Argentina tras la muerte de su madre y observa su presente en el que combina sus labores en casa y la familia con la escritura.
La narradora de la novela muestra una "incomodidad" con los distintos roles que desempeña en la vida, una insatisfacción que Navajas comparte promovida por la curiosidad y el no poder estar quieta y satisfecha.
"Sospecho de la gente que esta muy cómoda o tiene muchas certezas", ha afirmado la autora, que ha descrito su primera novela como un pedazo de vida de una persona que ha escrito a través de recopilar distintos fragmentos.
Leer 'Estás muy callada hoy' es como mirar "a través de la cerradura" de una cabeza, ha explicado la autora, que ha reflexionado sobre el paso de la niñez hacia la adultez joven y el luto que experimenta cuando uno es huérfano, ha dicho Navajas.
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MATERNIDAD
Para la autora, la maternidad es "lo más salvaje" de la raza humana, a la vez hermoso y cruel, y se ha alejado tanto de la visión edulcorada como del discurso que sostiene que es algo monstruoso que hace desaparecer a la mujer, en sus palabras.
Ha explicado que ella es madre y le gusta, se ha presentado como una persona cuidadora y lo ha ejemplificado con que cuando le tocó atender a su madre le salió de forma muy natural, aunque ha subrayado que "tiene dos caras" y puede ser placentero y atroz a la vez.
SILENCIOS
Se ha presentado como una persona muy callada que le interesa más escuchar al resto, una característica que se refleja en su novela porque ha tratado de evitar la sobrescritura: "No me gusta que me expliquen ni que me digan lo que tengo que pensar".
Así, ha trabajado en los silencios de 'Estás muy callada hoy' como una decisión estética y el proceso de corrección del libro consistió, sobre todo, en eliminar todas aquellas partes que podían sobrar.