BRUSELAS (AP) — Las empresas europeas están reforzando la seguridad en torno de los gasoductos y los precios de la energía están aumentando otra vez en momentos que la sospecha de sabotaje de dos ductos que llevan gas desde Rusia pone de relieve la vulnerabilidad de la infraestructura energética. La Unión Europea advierte que podría tomar medidas de represalia.
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Algunos funcionarios europeos y expertos en energía han dicho que, si hay sabotaje, la culpa es de Rusia —que se beneficiaría directamente con el aumento de los precios y la incertidumbre económica en Europa—, aunque otros advirtieron que no se debe echar culpas antes de que los investigadores determinen qué sucedió.
Rusia ha limitado los envíos de gas natural a Europa en represalia por las sanciones de Occidente tras la invasión de Ucrania. El miércoles, la gran empresa energética rusa Gazprom elevó la presión al tuitear que dejará de tratar con la compañía de gas ucraniana que controla uno de los dos ductos restantes que envían gas ruso a Europa.
Si a esto se suma el aparente sabotaje de los gasoductos Nord Stream, “significa una escalada mayor y la disposición a seguir escalando”, advirtió Agata Loskot-Strachota, estudiosa de políticas energéticas en el Centro de Estudios del Este en Varsovia.
Los sismólogos dicen que varias explosiones remecieron el mar Báltico antes de que se descubrieran filtraciones inusuales el martes en gasoductos submarinos que van de Rusia a Alemania.
“Toda la información disponible indica que las filtraciones son resultado de un acto deliberado”, aseguró el jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, en una declaración en nombre de los 27 miembros del bloque. “Cualquier interrupción deliberada de la infraestructura energética europea es absolutamente inaceptable y recibirá una respuesta fuerte y unida”.
Se denunciaron tres filtraciones en los ductos Nord Stream 1 y 2, que estaban llenos de gas natural, pero que no estaban enviando el combustible a Europa desde que Moscú detuvo el flujo para presionar económicamente al continente.
La extensión de los daños, junto con las ramificaciones políticas, genera dudas graves acerca del futuro de los ductos, construidos para que Rusia enviara gas directamente a Alemania sin atravesar Ucrania o Polonia. Alemania recibió fuertes críticas de Estados Unidos y de varios de sus socios europeos por incrementar la dependencia europea del gas ruso.