PITTSBURGH (AP) — Hay muchas personas preocupadas por el desempeño de la ofensiva de los Steelers de Pittsburgh, incluyendo el de algunos jugadores cuya labor es hacer que todo funcione.
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El entrenador Mike Tomlin no está entre esas personas.
Tomlin no está satisfecho con lo que ha visto en general de su equipo tras las derrotas consecutivas que lo tienen con foja de 1-2 antes de visitar el domingo a los Jets de Nueva York (1-2). Pero tampoco es presa del pánico.
Apenas es septiembre y la temporada es más larga que nunca.
El estratega no está preocupado de que su ofensiva se ubique en el 31er puesto en yardas después de tres semanas. Cree que se dirige en la dirección correcta.
“En general veo mejoras en todas las áreas, ya sea en lo individual o en lo colectivo y entonces es nuestro trabajo eliminar el ruido externo y mantenernos comprometidos con el camino en el que vamos”, afirmó Tomlin el martes.
Ese camino aún incluye a Mitch Trubisky, cuya racha inicial con Pittsburgh es similar a lo que produjo en cuatro enigmáticas temporadas con Chicago entre 2017 y 2020.
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El rating de Trubisky como quarterback es de 77,7 y lo coloca 29no entre titulares activos. Sus 5,5 yardas por intento de pase lo sitúan último.
Tomlin anticipó un periodo de ajuste cuando Trubisky suplió a Ben Roethlisberger. Las dificultades del crecimiento son evidentes.
Aún así, Tomlin no está de humor para tomar medidas drásticas.
“Espero que nuestros chicos no parpadeen y que continúen trabajando”, indicó. “Entonces estoy aquí para demostrarlo como un líder y esa es mi intención”.
Un lento inicio no es nada nuevo en Pittsburgh. Los Steelers tienen marca de 9-10-1 en septiembre desde el 2017. Tres veces lograron alcanzar la postemporada y en uno de esos años no lo hicieron (2019), pero consiguieron una foja de 7-1 a media temporada tras iniciar la campaña 1-4 con Mason Rudolph y Devlin “Dick” Hodges como los quarterbacks después de que Roethlisberger quedó fuera el resto de la temporada debido a una lesión en el codo que sufrió antes del medio tiempo en la semana 2 ante Seattle.
Tomlin reconoció que el equipo está “molesto”. Entiende que las consignas en el Estadio Acrisure que piden al novato Kenny Pickett podrían volverse más ruidosas si Trubisky no mejora sus números ante Nueva York.
Pero él no tiene intención escuchar.
En todo caso, Tomlin cree que Trubisky mejoró el jueves ante Cleveland, un encuentro en el que lanzó 206 yardas, un máximo de temporada, y corrió para un touchdown.