MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
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El nuncio apostólico en España, Bernardito Auza, ha avisado de que el presente no siempre es mejor que el pasado pues en la actualidad hay "más guerras, más refugiados y más inmigrantes que jamás" y ha hecho un llamamiento a hacer una reflexión sobre los motivos que han conducido a esta situación, al tiempo que ha abogado por trabajar para mantener la paz en todo el mundo, promoviendo el "diálogo" y las "negociaciones".
"Pensamos que siempre estamos en progreso, avanzando, tenemos el orgullo de que hemos logrado niveles científicos, también sociales, etcétera, no es verdad, hay más guerras que jamás, hay más refugiados que jamás, hay más inmigrantes que jamás", ha advertido Bernardito Auza, en declaraciones a Europa Press, este lunes, tras intervenir en el congreso 'Relaciones Abrahámicas. Historia, retos y perspectivas', organizado desde el Centro de Estudios, Formación y Análisis Social (CEFAS-CEU) junto con ACTON INSTITUTE y celebrado en el Colegio Mayor Universitario de San Pablo.
El nuncio del Papa en España ha apuntado que los europeos nunca habían pensado que una guerra como la que se vive en estos momentos en Ucrania podría suceder en Europa y ha dicho que es algo "trágico" pero que, al mismo tiempo, debe ser entendido como "una lección".
"Es una cosa trágica para Europa y es casi también una lección, he trabajado en la ONU y los europeos y norteamericanos creían que las guerras y conflictos podían suceder solo en África y Asia. Es casi una admonición. La paz jamás se realiza para siempre, hay que trabajar siempre para que la paz pueda permanecer y ser lo más estable posible", ha precisado Auza.
En este sentido, considera que si esta guerra sucede en Europa ahora, quiere decir que "hay elementos para una paz verdadera que faltan" y ha invitado tanto a autoridades políticas como religiosas a preguntarse el porqué. "Tenemos que aprovechar este acontecimiento como punto de reflexión porque las cosas sin causa no suceden", ha apostillado.
A su juicio, entre las causas de una guerra se encuentran, por un lado, la "locura del poder" pero también "otras causas que habrían podido ser sujetos de conversación y negociación pero que las partes no quieren tratar o no quieren hacer sacrificios".
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"Según mi experiencia, las guerras son provocadas por mala comprensión, interpretaciones de actos, sin tratar primero en modo de negociación, de diálogo, esto es fundamental, de sentido común. Cuando la guerra sucede es porque el invasor, el dominador, quiere ser superior y nada más, la locura del poder, pero también hay otras causas que habrían podido ser sujetos de conversación, de negociación pero que las partes no quieren tratar, no quieren hacer sacrificios, pero esas son causas muy comunes en todos los conflictos del mundo", ha apuntado.
También ha invitado a reflexionar sobre el progreso y sobre si realmente el presente es mejor que el pasado. En este sentido, ha recordado unas palabras del exsecretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon cuando dijo que al llegar él al cargo había 13 conflictos en el mundo y cuando se fue, eran 39.
Ahora, según ha indicado Auza, hay "más guerras, refugiados, inmigrantes y cristianos perseguidos" de los que ha habido "jamás", provocados por conflictos que "provocan hambre, falta de trabajo, la desintegración de las comunidades, de las familias". "Cuando pensamos que lo hemos hecho mucho mejor que en el pasado, muchas veces no es verdad, tenemos que reflexionar por qué", ha remarcado.
INDICACIONES SOBRE LA REFORMA DE LA CURIA
Por otro lado, respecto a la reciente reunión que mantuvieron los nuncios del mundo con el Papa Francisco en el Vaticano, Bernardito Auza ha explicado que el Pontífice les "agradeció" su trabajo como sus representantes para "promover diálogos y relaciones con el Estado y con la Iglesia local" y les dio "muchas lecciones sobre la cuestión de la reforma de la Curia". "Fueron unos días muy interesantes", ha asegurado.
Sobre el tema del congreso 'Relaciones Abrahámicas. Historia, retos y perspectivas', el nuncio de Su Santidad ha subrayado que "la vía de la convivencia, del respeto recíproco es conocerse mejor" y "leer los acontecimientos negativos en una perspectiva más grande".
"Lo fundamental es comprender mutuamente lo que cada uno cree, respetar al mismo tiempo, buscar en todas las maneras vivir juntos como hermanos todos, reconocer que hay muchísimos elementos en común porque somos todos seres humanos y, por supuesto, lo esencial es que todos creemos en Dios", ha zanjado.