MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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La entrega se produjo en una zona rural de Catatumbo, en el norte de Colombia, y en ella también han participado la Defensoría del Pueblo, la Cruz Roja Colombiana y representantes de la Iglesia Católica, según un comunicado del CICR.
Un primer examen médico a los rehenes permitió comprobar que estaban "en condiciones adecuadas de salud" y, al término de esta "misión humanitaria", han sido trasladados a otra zona para que puedan reunirse con sus familias.
El CICR ha recibido en lo que va de año a 24 personas que se encontraban en manos de grupos armados. El jefe de la oficina de la organización en Cúcuta, Bruno Migowski, ha defendido el "diálogo constante" con todos los actores armados y la "neutralidad e imparcialidad" con la que trabajan.
"Es fundamental poder aliviar el sufrimiento de las personas, por eso les recordamos a los actores armados que tenemos plena disposición para facilitar cualquier operación humanitaria que conlleve a disminuir los efectos de los conflictos armados y la violencia en Colombia", ha añadido.
El Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, también ha ofrecido su oficina como intermediaria con los grupos armados, a los que ha llamado "a dejar fuera del conflicto a la población civil". Confía en que la libertad de las últimas personas sea un "gesto" para "avanzar en la consolidación de la paz" en Colombia.