RÍO DE JANEIRO (AP) — El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva se comprometió el jueves a renegociar las deudas de las familias brasileñas en caso de ganar las elecciones de octubre, una nueva promesa para granjearse el apoyo de decenas de millones de personas que enfrentan adversidades.
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Hizo el anuncio un día después de que el presidente estadounidense Joe Biden anunció que a algunos estadounidenses se les condonarían hasta 10.000 dólares de deuda en préstamos estudiantiles federales. Muchos brasileños están impacientes por obtener ayuda en un momento en que la inflación está cerca del 10% y los pobres pasan apuros para que el dinero les alcance hasta fin de mes.
“Tenemos a casi el 70% de las familias brasileñas endeudadas y la gran mayoría (están encabezadas por) mujeres”, dijo Lula en una entrevista con la cadena de televisión Globo. “Pueden estar seguros de que negociaremos con el sector privado y el sistema financiero”.
El mismo programa entrevistó al mandatario actual, Jair Bolsonaro, el 22 de agosto.
Lula ya ha insinuado que, si los votantes lo llevan nuevamente al cargo que ocupó entre 2003 y 2010, posiblemente mantenga el marcado aumento en los pagos de asistencia social que se aprobaron recientemente. Esos incrementos, que están programados a expirar a fin de año, forman parte de los esfuerzos de Bolsonaro para mejorar sus posibilidades de ser reelegido. El ganador de los comicios de octubre asumirá la presidencia en enero.
El izquierdista Lula, quien supera al derechista Bolsonaro en los sondeos de opinión, también criticó al actual presidente por buscar apoyo político al permitir que los legisladores usen a discreción una importante porción de fondos públicos, parte de lo que se le llama “presupuesto secreto”.
“Bolsonaro no controla nada; es rehén del Congreso. Ni siquiera controla el presupuesto”, declaró Lula.
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“Arthur Lira está a cargo. Los ministros lo llaman a él, no a Bolsonaro”, añadió, refiriéndose al presidente de la Cámara de Diputados.
Lula también reconoció por primera vez que se cometieron errores y hubo actos de corrupción durante su gobierno y el de su sucesora, Dilma Rousseff. Ambos pertenecen al izquierdista Partido de los Trabajadores.
“No se puede decir que no hubo corrupción si hubo gente que confesó”, respondió Lula cuando se le preguntó sobre los enormes escándalos de corrupción durante los gobiernos del Partido de los Trabajadores. Pero atribuyó esos actos a individuos y no a un plan orquestado por su partido.
El mismo Lula fue declarado culpable de corrupción y lavado de dinero y pasó más de un año en prisión, aunque el Supremo Tribunal Federal anuló posteriormente sus condenas, abriéndole el camino a su postulación presidencial de este año. En repetidas ocasiones ha negado haber cometido algún ilícito.
En la contienda presidencial de 2018, Bolsonaro basó su campaña en el combate a la corrupción.