JERUSALÉN (AP) — Un activista palestino por los derechos humanos dijo que Israel intentó convocarlo para interrogarlo el domingo como parte de su campaña contra grupos palestinos en Cisjordania.
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Diplomáticos europeos y estadounidenses han rechazado el argumento israelí de que los grupos están vinculados con el terrorismo.
La aparente orden israelí para que Shawan Jabarin comparezca ante una prisión militar llega luego de allanamientos la semana pasada contra seis organizaciones palestinas en Cisjordania. Nueve países europeos —Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Irlanda, Italia, Holanda, España y Suecia_, usando un lenguaje inusualmente vehemente, calificaron los allanamientos de “inaceptables”, y Estados Unidos expresó su inquietud por lo ocurrido.
Jabarin, director de Al Haq, uno de los grupos allanados, dijo el domingo que recibió una “llamada amenazante” de cinco minutos de parte del servicio de seguridad israelí Shin Bet ordenándole reportarse a la prisión militar de Ofer en la Cisjordania ocupada. Indicó que el agente amenazó con arrestarlo, interrogarlo y “otras cosas” si no obedecía.
“Yo no voy a cambiar de parecer, pero si él quiere arrestarme por supuesto que lo puede hacer como potencia de ocupación”, expresó Jabarin.
Dijo que invitó al oficial a venir a la oficina de Al Haq y que le exigió que la convocatoria sea enviada oficialmente a través de abogados, no por teléfono.
El Shin Bet de momento no ha respondido a solicitudes de comentarios.
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El año pasado Israel declaró ilegales a seis grupos activistas por los derechos humanos, entre ellos Al Haq, acusándoles de tener nexos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina. El FPLP es un movimiento laico de izquierda con un partido político y también un brazo armado que ha perpetrado ataques contra civiles israelíes. Israel y Estados Unidos lo consideran un grupo terrorista.
Los grupos defensores de los derechos humanos rechazan las acusaciones israelíes. Jabarin calificó las acusaciones de que tiene nexos con el FPLP de “absolutos disparates y mentiras totales”. Nueve países europeos también han rechazado las acusaciones israelíes, diciendo que no han visto pruebas.
Pese a las críticas, soldados israelíes entraron el jueves a Ramala en Cisjordania en un convoy blindado e hicieron volar las puertas de las oficinas de los grupos palestinos. Los efectivos confiscaron documentos y computadoras, y rompieron muebles antes de sellar las entradas de los locales.