MADRID (AP) — La segunda ola de calor en España en menos de un mes y la primera en el vecino Portugal se prolongará al menos hasta el fin de semana, dijeron meteorólogos el martes. La perspectiva elevó el temor de que se produzcan incendios forestales.
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Portugal podría sufrir las temperaturas más elevadas, de hasta 46 grados Celsius (115 Fahrenheit) en la región central del Alentejo, el miércoles y jueves.
En España, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) dijo que en ciudades del sur como Córdoba y Sevilla la temperatura podría llegar a 41 C (107,6 F). Pontevedra, una región del noroeste de España menos habituada a un calor tan extremo, podría registrar un récord de 41 C (105.8 F).
Los meteorólogos dijeron que una masa sobrecalentada de aire y vientos cálidos desde África están elevando las temperaturas en la península ibérica por encima de sus niveles habituales.
Portugal y España iniciaron la semana con incendios forestales, y el calor podría agravar el peligro de incendios.
Los servicios de protección civil en España ayudaron a sacar a 400 personas de siete aldeas cerca de Las Hurdes, en la región de Extremadura, donde un incendio arrasó con 2.500 hectáreas (6.200 acres).
La jefa regional de agricultura Begoña García Bernal dijo que el incendio que comenzó el lunes probablemente no sería controlado de manera rápida. Agregó que probablemente lo inició un relámpago.
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La unidad de emergencia del ejército español envió un centenar de soldados a ayudar a 300 bomberos a combatir el incendio.
Cientos de bomberos en Portugal intentaban contener incendios en el centro del país que forzaron la evacuación de decenas de personas de sus hogares, la mayoría de aldeas alrededor de Santarém y Portugal.
El sábado, el gobierno portugués declaró un estado de emergencia máxima de lunes a viernes.
El primer ministro luso António Costa aplazó una vista a Mozambique prevista para esta semana. El presidente Marcelo Rebelo de Sousa también aplazó un viaje a Nueva York para asistir a un evento en las Naciones Unidas.
La Unión Europea dijo que con el cambio climático el continente enfrenta uno de sus años más difíciles en cuanto a desastres naturales como sequías e incendios.
