MADRID, 1 (EUROPA PRESS)
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Naciones Unidas ha afirmado que la decisión del Tribunal Supremo de Estados Unidos de limitar las competencias de la Agencia para la Protección del Medio Ambiente del país (EPA) supone "un revés" para la lucha contra el cambio climático.
Así, ha recordado que el secretario general de la ONU, António Guterres, "ha dicho en reiteradas ocasiones que el G20 debe encabezar los esfuerzos para incrementar de forma drástica la acción climática" y ha argüido que la decisión del Supremo estadounidense "hace más difícil satisfacer los objetivos del Acuerdo de París para un país sano y habitable, especialmente cuando se necesita acelerar el fin del uso del cabón y pasar a energías renovables".
"Debemos recordar que una emergencia de naturaleza global como el cambio climático requiere una respuesta global y las acciones de una nación no deben ni pueden marcar si alcanzamos nuestros objetivos climáticos", ha señalado Dujarric, que ha incidido en que Guterres "también ha dicho que aún hay tiempo para evitar los peores impactos del cambio climático si todas las naciones, especialmente las que forman el G20, aumentan sus esfuerzos junto a ciudads, negocios, empresas e inversores".
El Supremo estadounidense falló el jueves que la EPA no tiene competencias para recomendar políticas de transición energética limpia a las plantas de producción del país, en un varapalo a las iniciativas a este respecto planteadas por el presidente, Joe Biden. No obstante, el veredicto mantiene las competencias de la EPA a la hora de regular las emisiones de gases contaminantes que emiten las plantas energéticas del país.
Ahora bien, cualquier medida futura para abordar la contaminación por dióxido de carbono deben limitarse a las restricciones impuestas en plantas de carbón específicas, en lugar de presionar a las empresas para que cambien del carbón a fuentes de energía renovable. Los solicitantes, un combinado de estados conservadores y empresas de carbón, han conseguido así impugnar una decisión del Tribunal Federal de Apelaciones, poniendo fin a una batalla legal que comenzó durante la Administración Obama.
El sector energético de Estados Unidos es la segunda fuente más grande de emisiones de gases de efecto invernadero del país, con más de 3.300 centrales eléctricas alimentadas con combustibles fósiles, incluidas 284 instalaciones alimentadas con carbón, según la Agencia de Información Energética, según datos datos recogidos por ABC News.