MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
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Dirigido por la Universidad de Aarhus, este grupo también ha estudiado cómo puede mejorarse esta situación mediante la designación ambiciosa e inteligente de nuevos espacios naturales protegidos.
El estudio muestra que, en el caso de las 46.752 especies arbóreas incluidas en el estudio, la mitad de la distribución de cada especie arbórea se encuentra en paisajes sin zonas protegidas. Es decir, de media. Para el 13,6% de las especies no existe ninguna protección, y todas ellas tienen una distribución limitada, lo que las hace vulnerables.
Además, una media del 14,8% de las especies está expuesta a una presión humana alta o muy alta, mientras que el 68,5% está sometido a una presión moderada. Sólo el 17% de las especies no están sometidas a la presión de las actividades humanas.
Los investigadores integraron cinco grandes bases de datos con registros de la presencia de especies arbóreas. Utilizaron estos datos para calcular la distribución geográfica de cada especie arbórea. A continuación, combinaron estas distribuciones con un mapa global de la intensidad con la que las actividades humanas afectan a la naturaleza, y con la Base de Datos Mundial sobre Áreas Protegidas, que incluye información sobre más de 200.000 zonas de este tipo.
"Al recopilar millones de registros recogidos por investigadores y ciudadanos de todo el mundo y compartidos en bases de datos abiertas, podemos calcular dónde es más importante preservar y restaurar las áreas naturales para proteger eficazmente la biodiversidad", afirma Josep M. Serra-Diaz, que anteriormente estaba afiliado a la Universidad de Aarhus y que ahora es profesor asociado en AgroParisTech (Francia).
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Los investigadores no se han limitado a cuantificar la amenaza que pesa sobre la riqueza arbórea mundial, sino que han ido un paso más allá y han investigado cómo se puede mejorar la situación.
"Lo hicimos calculando las ubicaciones más adecuadas de las posibles zonas de protección si queremos salvaguardar la diversidad de las especies arbóreas, no sólo en cuanto a la cobertura de las especies, sino también en cuanto a sus diferencias evolutivas y funcionales", explica el autor principal, el Dr. Wen-Yong Guo, que comenzó el trabajo en BIOCHANGE, pero que ahora está afiliado a la Universidad Normal de China Oriental en Shanghai.
La investigación se publicó en Proceedings of the National Academy of Sciences.