MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
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Plan Internacional describe la grave realidad a la que se enfrentan 193 millones de personas en todo el mundo que padecen esta clase de inseguridad alimentaria, de los que el 70 por ciento son mujeres y niñas, y reclama "soluciones urgentes a Gobiernos y donantes, ante los riesgos que supone para la educación, la protección y el futuro de millones de niñas, adolescentes y jóvenes".
Plan Recuerda que las niñas son las primeras en dejar la escuela cuando faltan recursos, y sus familias tienen "una boca menos que alimentar" cuando las entregan en matrimonio. Además, las fotos alivian la presión económica sobre los hogares.
"Los estados deben prestar atención urgente al impacto que esto puede generar en la vida de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes y atender con urgencia y con los recursos necesarios esta crisis global que ya afecta a millones de personas", ha explicado la directora general de Plan International, Concha López.
Plan Internacional recuerda que la guerra de Ucrania ha disparado los precios mundiales de los alimentos dado que una tercera parte del suministro mundial de trigo procede alimentos. Un tercio del suministro mundial de trigo procede de Ucrania, el llamado "granero de Europa" y Rusia.
Países como Líbano, Somalia, Etiopía y Sudán, en los que Plan International está presente, se encuentran entre los más dependientes de sus importaciones. Incluso antes del estallido del conflicto en Ucrania, los precios internacionales de los alimentos estaban en su punto más alto, con costes hasta un 21% más altos que hace un año.
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Las proyecciones de Plan Internacional han hecho saltar las alarmas en Burkina Faso y Níger, que podrían acabar con Etiopía, el norte de Nigeria, Sudán, Sudán del Sur y Haití entre los diez países con mayor número de personas en situación de crisis.
Testimonios de adolescentes de Burkina Faso, Malí y Sudán del Sur afirman que ahora es más probable que se casen a una edad temprana si sus familias tienen problemas económicos. Las niñas y mujeres que han huido de conflictos como el de Cabo Delgado, Mozambique, explican que la pérdida de sus ingresos las ha obligado a recurrir a la explotación sexual para sobrevivir.
"Como dos veces al día los días que conseguimos alimentos. A veces mi hermana y yo no comemos. A veces mi madre no come", dice Amina, una niña de 11 años de Cabo Delgado, Mozambique. "Muchas veces voy a la escuela con hambre. Nuestra principal fuente de alimentos es la comida que nos dan nuestros vecinos en el campamento de refugiados", apunta.
Plan Internacional percibe, en palabras de López, "un punto de inflexión para la inseguridad alimentaria" que podría desembocar en una auténtica catástrofe: 300.000 personas podrían acabar muriendo de hambre cada día.