MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
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El trabajo ha testado la percepción que hay entre los médicos sobre las guardias médicas. Se trata de una puesta en común sobre cuál es el funcionamiento del modelo actual de las guardias desde que se instauró y hacia dónde se debe empezar a trabajar para lograr que este sistema se ajuste más a las necesidades asistenciales y de los profesionales.
Este es el perfil de los facultativos que más se oponen a las guardias: son médicos jóvenes, un colectivo muy feminizado (en torno al 70%), muy presente en la urgencia hospitalaria y en los ámbitos urbanos, que realizan guardias en mayor proporción que los grupos de edad más mayores. Creen que el modelo de guardias está sobre todo ligado al ahorro económico por parte de la Administración.
Son, por ello, los más favorables a un modelo de turnos para cubrir la atención de urgencias, que además consideran más apto para la conciliación familiar. Es también el colectivo más favorable al mantenimiento de la modalidad de guardias localizadas.
El 87 por ciento de los médicos que respondieron a la encuesta realizan guardias, y casi un 9 por ciento las realiza en un centro diferente al suyo habitual de trabajo. Entre quienes no realizan guardias, más de la mitad buscaron un centro de trabajo que no les impusiera la obligación de hacerlas. El rechazo a las guardias ya comienza a intuirse en estas respuestas.
La valoración de los profesionales no es muy favorable al carácter obligatorio de las guardias, y optan más por su carácter voluntario e incentivado. Tan sólo un 8 por ciento cree que deberían ser obligatorias, y un 19 por ciento se pronuncia claramente en contra de su existencia.
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Por edad y sexo tan sólo se observa un mayor rechazo de las guardias entre los médicos más jóvenes, sobrepasando el 25 por ciento de los que se opone a su existencia. También se observa un claro mayor rechazo de las guardias por parte de los médicos de hospital y, en menor grado, entre quienes no realizan guardias y quienes ejercen en el medio urbano.
La preferencia de los facultativos en torno a la conciliación familiar se muestra de manera clara: algo más de un 70 por ciento piensan que la conciliación es más fácil con un diseño a turnos de la atención continuada, frente a un 25,4 por ciento que piensan que es el modelo de guardias el que más ayudaría a la conciliación.
¿LAS GUARDIAS COMO RETRIBUCIÓN EXTRA?
En cuanto a la valoración de las guardias como parte de su actividad laboral, la mayoría de los médicos (70%) considera que tienen una repercusión negativa en su vida (sobre todo por interferir con las actividades personales y familiares y por ser perjudiciales para la salud), aunque un porcentaje significativo de las respuestas (23,6%) valora su papel como complemento para sus retribuciones.
Para los facultativos, las guardias existen más por interés de la Administración que por deseo de los facultativos, que en escasa proporción creen que la mejora retributiva es el motivo real de existencia de este método de trabajo.
La percepción negativa de los facultativos con respecto a su retribución queda de manifiesto en que la práctica totalidad de encuestados (97,8%) considera "escaso" el nivel retributivo de los médicos. No lo creen proporcionado a su nivel de formación y pericia técnica, y eso facilita que "colaboren" en el mantenimiento del sistema de guardias como forma de complementar un salario.
EL 40% CONSIDERA CORRECTO EL SISTEMA, AUNQUE LO LIMITARÍA A 12 HORAS
Así, y teniendo en cuenta todo este contexto, un 85 por ciento de los médicos encuestados por CESM preferiría un sistema de turnos para la cobertura de la atención continuada dentro de su jornada ordinaria. Poco más de un 15 por ciento de los facultativos se opone a la cobertura de atención continuada y de urgencia mediante turnos, mientras que prácticamente el 85 por ciento restante se divide entre quienes eliminarían sin más las guardias y quienes las mantendrían como opción voluntaria.
El sistema actual de guardias es considerado correcto por el 41,1 por ciento de los facultativos, aunque en su mayoría modificarían su duración, estableciéndola en 12 horas. El resto de los profesionales aboga por el fin de las guardias, o al menos de su obligatoriedad, cubriendo la asistencia mediante turnos de jornada ordinaria de 12 horas complementados con guardias de carácter voluntario.
El nivel de apoyo al sistema actual de guardias es claramente inferior entre los médicos jóvenes y los de Urgencia Hospitalaria y Atención Primaria, y ligeramente inferior entre quienes no realizan guardias (recordando que una parte de estos precisamente buscaron un centro sin guardias para desarrollar su actividad). Los médicos más jóvenes y los de Urgencia Hospitalaria (que son el ámbito asistencial con mayor presencia de ese mismo grupo de edad) se decantan claramente por un sistema de turnos sin guardias de ningún tipo.
La encuesta también ha preguntado a los facultativos si las guardias, al ser un trabajo extra que se realiza de forma obligatoria, deberían ser tenidas en cuenta de cara a tu jubilación. La respuesta a esta cuestión es prácticamente unánime. Consideran que debería tener una plena consideración en la jornada de trabajo y, por tanto, en los derechos que de ella derivan.
"Y entre ellos destaca el de la jubilación, en un momento en que la profesión se está haciendo cada vez más consciente de la penosidad de este régimen de trabajo y de sus repercusiones en la salud y en la calidad de vida de los facultativos", recoge la encuesta.
CESM: "LAS GUARDIAS SON UNA OBLIGACIÓN, DEBERÍAN SER VOLUNTARIAS"
El presidente de CESM, Tomás Toranzo, ha resaltado que los datos de la encuesta dejan patente que "existe un amplio rechazo de los médicos hacia el actual modelo de guardias, que se soporta resignadamente como obligación y complemento salarial".
Al respecto, ha defendido que, tal y como muestra el trabajo, las guardias son percibidas por la profesión como "una obligación". "Si se mantuviesen tendrían que ser voluntarias y mejor retribuidas, ya que se pagan por debajo de la jornada ordinaria".
Igualmente, Toranzo ha insistido en que las guardias "en ningún caso deberían superar las 12 horas". "La búsqueda de un nuevo modelo parece más que necesaria a la luz de todos estos datos", ha indicado el presidente de CESM.
La búsqueda de una solución, según los sindicatos médicos, debería realizarse contando con los profesionales. "Sería un fracaso que vuelvan a tomar decisiones gente que conoce la profesión de oídas y no sufre el día a día. Las asociaciones profesionales deben participar activamente", ha esgrimido.
En última instancia, Toranzo ha resumido que la encuesta "abre el melón de las guardias". "Hay que empezar a buscar cuanto antes alternativas a un modelo que produce un gran rechazo e insatisfacción entre los profesionales. Y tampoco sirve para los intereses de los ciudadanos", ha concluido.