MADRID, 15 (EUROPA PRESS)
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"Las grandes reuniones pueden representar un entorno propicio para la transmisión del virus si implican interacciones estrechas, prolongadas y frecuentes entre las personas, en particular la actividad sexual. Sin embargo, las lecciones de otros brotes han demostrado que la cancelación de las reuniones organizadas es probablemente contraproducente para el control de la enfermedad", defienden a través de un informe publicado este martes.
La OMS y el ECDC apuntan que, dado que en muchos países europeos se han levantado las restricciones de viajes internacionales y concentraciones masivas una vez que se han superado los peores momentos de la pandemia de COVID-19, se espera la celebración de un gran número de grandes eventos, como festivales de música y cultura o actos del Orgullo LGTBI, que reunirán a participantes jóvenes e internacionales durante los meses de verano.
Además, consideran "probable" que se celebren fiestas y otras reuniones espontáneas en entornos turísticos (por ejemplo, fiestas en hoteles/playas, etc.) durante la temporada de vacaciones de verano.
Al respecto, consideran que "el cierre de locales o la cancelación de eventos no reduce los contactos sexuales, sino que desplaza las actividades a otros entornos, incluidas las fiestas privadas, que son menos accesibles a las intervenciones de divulgación comunitaria o de salud pública".
"Es más factible y eficiente establecer contacto con los locales y eventos comerciales que con las fiestas privadas. El contacto con la población a través de los eventos organizados representa una gran oportunidad. Trabajando con los organizadores de eventos, se pueden comunicar los riesgos relacionados con la viruela del mono y proporcionar información clara, práctica y específica a los asistentes", argumentan al respecto.
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RECOMENDACIONES
En cualquier caso, a pesar de que no recomiendan su cancelación, la OMS y el ECDC sí que realizan una serie de recomendaciones para controlar la propagación del virus. Por ejemplo, instan a los organizadores de estos eventos a promover el uso de preservativos y de las pruebas de VIH "con carteles o material pertinente de las autoridades de salud pública".
También les recomiendan contar con varios puestos para el lavado de manos (con agua y jabón) en todo el recinto; así como distribuir desinfectantes de manos a base de alcohol en varios lugares del recinto, especialmente cerca de los aseos o en las zonas de comidas.
Otro consejo es asegurarse de que las superficies que se tocan con frecuencia en las zonas comunes, como los aseos, se limpien "con regularidad" y se desinfecten "si hay riesgo de contaminación con fluidos corporales".
Sobre este punto, concretan que las zonas comunes deben limpiarse al menos dos veces en cada turno de ocho horas con desinfectantes con alcohol al 70 por ciento o solución de hipoclorito al 0,1 por ciento. Igualmente, recuerdan que el personal de limpieza debe contar con el equipo de protección individual (EPI) adecuado, incluyendo delantales o batas, guantes de alta resistencia, mascarilla FFP2 y protección ocular.
Los equipos de limpieza deberán ser desechables de un solo uso. Si no se dispone de equipo de limpieza desechable, el material de limpieza (paños, esponjas, etc.) debe introducirse en una solución desinfectante eficaz contra los virus, o en hipoclorito de sodio al 0,1 por ciento.
De la misma forma, recomiendan a los propietarios de locales de sexo que cambien la ropa de cama y las toallas después de cada cliente o adoptar opciones de un solo uso. La ropa de cama y las toallas usadas deberán ser manipuladas por el personal de limpieza con guantes y una mascarilla FFP2, sin removerlas y lavarlas en una lavadora con un ciclo de 60°C o superior.
Los casos de viruela del mono diagnosticados en Europa desde hace unos meses se han identificado principalmente, pero no exclusivamente, entre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres (HSH). La transmisión de persona a persona de la viruela del mono se produce a través del contacto estrecho con material infeccioso procedente de las lesiones cutáneas de una persona infectada, a través de las gotitas respiratorias en el contacto prolongado cara a cara y a través de fómites (por ejemplo, sábanas, ropa de cama, juguetes sexuales, ropa).