Un plan del gobierno británico para deportar a solicitantes de asilo a Ruanda seguirá adelante después de que un tribunal de apelación rechazara el lunes los argumentos de que los vuelos socavarían la “dignidad básica” de las personas que huyen de la guerra y la opresión.
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Un panel de tres jueces del Tribunal de Apelación de Londres rechazó una solicitud presentada por defensores de inmigrantes y sindicatos de empleados públicos que pretendían bloquear temporalmente los vuelos de deportación mientras el tribunal estudiaba si la política del gobierno era legal.
La oficina del primer ministro Boris Johnson, dijo que el primer vuelo de deportación se llevará a cabo el martes, tal como estaba previsto.
El juez Rabinder Singh, que escribe para el panel, dijo que un juez de primera instancia había sopesado adecuadamente las cuestiones cuando decidió no emitir una orden judicial temporal el viernes, y como resultado el tribunal de apelación no podía anular esa decisión.
Bajo la ley de Gran Bretaña, un tribunal debe considerar que hay pruebas sólidas de que una política gubernamental es ilegal antes de poder emitir una orden judicial de este tipo.
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El número de personas afectadas el martes se fue reduciendo paulatinamente. La organización benéfica Care4Calais dijo que se cancelaron los boletos de los 31 migrantes, con excepción de ocho, a los que inicialmente se les había dicho que irían a bordo del primer vuelo a Ruanda.
Se están llevando a cabo otras impugnaciones legales. El lunes se presentó un segundo caso ante el Tribunal Superior, en el que se solicita una orden judicial urgente para detener el vuelo del gobierno a Ruanda.