MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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Según un comunicado de la compañía, el consejo de administración y el nuevo equipo directivo, bajo la dirección de Shauna McIntyre, pusieron en marcha una revisión exhaustiva de los productos y planes de comercialización de la empresa.
Este proceso incluyó la evaluación de la oferta de productos prevista por la compañía, los planes de producción y los procesos de certificación, incluida la viabilidad de cumplir los objetivos anunciados anteriormente.
Así, basándose en los resultados de la misma investigación iniciada por el consejo que condujo a las dimisiones de Jim Taylor, antiguo consejero delegado de la empresa, y Jason Luo, fundador y antiguo presidente ejecutivo, la compañía se vio obligada a retirar las orientaciones financieras y a declarar que los anteriores estados financieros de la empresa no eran fiables.
El efecto combinado de estos acontecimientos, junto con una investigación pendiente de la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC) iniciada este año, ha dificultado la obtención de un nuevo auditor y la captación de fondos adicionales para la compañía.
Así, en una última instancia, el consejo de administración, tras una revisión exhaustiva con la ayuda de los asesores externos de la empresa, y por recomendación de la dirección de la misma, determinó que lo mejor para la entidad y sus accionistas, partes interesadas y acreedores era acogerse al Capítulo 7.
"Desgraciadamente, había demasiados obstáculos que no podíamos superar en el poco tiempo de que disponíamos. No podría estar más orgullosa de lo que nuestro equipo ha sido capaz de lograr en circunstancias muy difíciles. Se trata de una tecnología viable y esencial, y estoy seguro de que muchos de nuestros talentosos empleados desempeñarán un papel futuro en este esfuerzo de transición energética", ha señalado McIntyre.