MADRID, 13 (EUROPA PRESS)
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Pudieron desarrollar polímeros reticulados que contienen componentes básicos en su columna vertebral a base de vainillina. La vainillina se puede producir a partir de materiales como la lignina, que es un subproducto de la producción de celulosa.
Desde productos masivos económicos hasta materiales de alta tecnología personalizados, el mundo moderno sin plásticos es inimaginable. La principal desventaja de esto es el uso de combustibles fósiles y las crecientes cantidades de desechos.
Un nuevo enfoque podría ser la producción de plásticos de alta calidad hechos de biomasa que podrían degradrase en componentes reciclables. Esto se daría con luz de una longitud de onda específica, como lo demostraron los investigadores en la revista Angewandte Chemie.
El derivado de la vainillina desarrollado por el equipo con este propósito absorbe luz a 300 nm y entra en estado de excitación. Esto conduce a una reacción química que desencadena la degradación del polímero. Debido a que esta longitud de onda no está contenida en el espectro de la luz solar que llega a la tierra, se evita la degradación no planificada. Los investigadores pudieron recuperar el 60 % de los monómeros, que pudieron volver a polimerizarse sin pérdida de calidad.
Los polímeros reticulados fotodegradables, reciclables y renovables hechos de recursos de biomasa son un enfoque muy prometedor para producir plásticos más sostenibles. La degradación provocada por la luz es respetuosa con el medio ambiente y ofrece la ventaja del control espacial y temporal.