La vacuna experimental de Moderna contra el COVID-19 que combina su vacuna original con una protección a la variante ómicron parece funcionar, anunció la compañía el miércoles.
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Los productores de las vacunas contra esta enfermedad están estudiando dosis de refuerzo actualizadas que podrían ofrecerse en el otoño para proteger mejor a la gente contra futuras oleadas del coronavirus.
Los resultados del estudio preliminar de Moderna muestran que las personas a las que se les administró la vacuna combinada experimentaron un mayor aumento de los anticuerpos que combaten la variante ómicron que los que sólo recibieron una cuarta dosis de la vacuna original.
“Creemos firmemente que estos datos respaldan una actualización de la vacuna”, comentó el miércoles el doctor Stephen Hoge, presidente de Moderna.
Las vacunas contra el COVID-19 de hoy en día están basadas en la versión original del coronavirus. Siguen ofreciendo una fuerte protección para evitar enfermar de gravedad, ser hospitalizado y morir incluso después de la aparición de la variante ómicron, sumamente contagiosa, sobre todo si la gente ya recibió una primera dosis de refuerzo.
Pero el virus sigue mutando rápidamente en formas que le permiten evadir algunas de las protecciones que proporcionan las vacunas y causar infecciones más leves.
Así que los reguladores estadounidenses, y la Organización Mundial de la Salud, están sopesando si ordenan un cambio en la receta de la vacuna para una nueva ronda de dosis de refuerzo en el otoño, cuando se tiene previsto que el clima frío y el regreso de los niños a las escuelas impulsen una ola más.
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Algunas preguntas clave son: ¿Cómo hacer ese cambio sin perder la fuerte protección continua contra los peores desenlaces de las infecciones con COVID-19? ¿Y cuál es la variante adecuada para atacar? Tras la enorme oleada invernal impulsada por la variante ómicron, los parientes genéticamente distintos de ese mutante son ahora las principales amenazas, incluido uno que está azuzando la actual ola de infecciones en Estados Unidos.
La Administración de Alimentos y Medicamentos programó una reunión para finales de junio con el fin de que sus asesores científicos debatan estas cuestiones y evalúen los datos de las pruebas de los fabricantes de vacunas sobre posibles nuevas fórmulas. Pfizer también está estudiando una vacuna combinada, lo que los científicos llaman una vacuna bivalente, con algunos datos que se prevé estén listos a finales de este mes.
El nuevo estudio de Moderna analizó a personas que ya habían recibido tres dosis, administrando a 377 de ellas una cuarta dosis de la vacuna original y a otras 437 la vacuna combinada.
El estudio no fue diseñado para dar un seguimiento a hasta qué punto el refuerzo actualizado prevenía los casos de COVID-19 y sólo fue probado contra el ómicron, no contra las variantes dominantes en la actualidad. Pero la vacuna bivalente provocó un aumento de casi ocho veces en los niveles de anticuerpos capaces de combatir el ómicron. Y lo que es más importante, el aumento de anticuerpos fue 1,75 veces mayor que el que se produce al administrar simplemente una cuarta dosis de la vacuna original, según Moderna.
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El Departamento de Salud y Ciencia de The Associated Press recibe el apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.