BELGRADO, Serbia (AP) — Mientras la guerra en Ucrania continúa causando estragos, el presidente de Serbia anunció haber conseguido con Rusia un acuerdo de gas natural “extremadamente favorable”, durante una conversación telefónica el domingo con el presidente ruso, Vladimir Putin.
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El presidente serbio, Aleksandar Vucic, se ha negado a condenar explícitamente la invasión rusa de Ucrania. Serbia tampoco se ha sumado a las sanciones occidentales contra Moscú. Vucic, un exultranacionalista prorruso, afirma que quiere que Serbia se incorpore a la Unión Europea, pero ha pasado los últimos años consolidando los lazos de su país con Rusia, un aliado desde hace mucho tiempo.
Serbia depende casi por completo del gas ruso y sus principales empresas de energía están bajo propiedad mayoritaria rusa.
“Acordamos firmar un contrato de tres años, que es el primer elemento del contrato que se adapta muy bien al lado serbio”, declaró Vucic a los periodistas.
Es probable que el acuerdo se firme durante una visita a Belgrado del ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, a principios de junio, una rara visita de un alto funcionario ruso a un país europeo desde que comenzó la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero.
No está claro cómo recibiría Serbia el gas ruso si la UE decide cortar el suministro ruso que pasa por sus países miembros. Rusia ya ha cortado las exportaciones de gas a Finlandia, Polonia y Bulgaria, que son miembros de la UE. El bloque en su conjunto ha estado reduciendo rápidamente su dependencia de los hidrocarburos rusos desde la invasión.
A pesar de los informes de las atrocidades en Ucrania durante la guerra, Vucic y otros líderes serbios se han quejado de la presión occidental para unirse a las sanciones contra el Kremlin. Funcionarios serbios dicen que el país balcánico se resistirá a tales presiones, incluso si eso significa abandonar el objetivo de unirse a la UE.