EL CAIRO (AP) — El enviado de Naciones Unidas a Sudán condenó el domingo la muerte de dos personas en una violenta represión contra manifestantes prodemocráticos, que volvieron a tomar las calles de la capital para denunciar el golpe militar del pasado octubre.
PUBLICIDAD
Cientos de personas marcharon el sábado en Jartum, donde las fuerzas de seguridad dispersaron de forma violenta a la multitud y persiguieron a la gente por las calles, según los activistas.
“Estoy consternado por la muerte violenta de dos jóvenes manifestantes en Jartum ayer. Una vez más: es hora de que se detenga la violencia”, dijo en Twitter el enviado de la ONU, Volker Perthes.
Los dos murieron en protestas en el vecindario de Kalakla de Jartum. Uno fue baleado por las fuerzas de seguridad y el otro murió asfixiado tras inhalar gas lacrimógeno, según el Comité de Médicos de Sudán, que forma parte del movimiento prodemocrático.
Perthes instó a los mandos militares a levantar el estado de emergencia impuesto desde el 25 de octubre y encontrar una “forma pacífica de salir de la crisis actual”.
Sudán ha caído en el caos desde que el golpe militar dio al traste con la breve transición a la democracia, después de tres décadas de gobierno represivo del hombre fuerte Omar al-Bashir. Al-Bashir y su gobierno de apoyo islamista fueron destituidos por el ejército en un alzamiento popular en abril de 2019.
Las protestas del sábado formaban parte de las manifestaciones constantes de los últimos siete meses, que reclaman que los militares entreguen el poder a civiles. Al menos 98 personas han muerto y más de 4.300 han sufrido heridas en la represión del gobierno contra el golpe desde octubre, según el grupo médico.
PUBLICIDAD
Las protestas reclaman que los militares abandonen el poder. Sin embargo, los generales han dicho que sólo entregarán el control del país a un gobierno electo. Dicen que las elecciones se celebrarán en julio de 2023, como indicaba un documento constitucional que regía el periodo de transición.
Naciones Unidas, la Unión Africana y la Autoridad Intergubernamental en Desarrollo, un grupo regional de ocho países de África Oriental, han liderado los esfuerzos coordinados por mediar entre ambos bandos y buscar una salida del estancamiento.