SAN FRANCISCO (AP) — El director general de Tesla, Elon Musk, revisó el miércoles el plan de financiación para su propuesta de compra de Twitter por valor de 44.000 millones de dólares, aumentando las esperanzas de los inversionistas de que el imprevisible multimillonario siga teniendo la intención de llevar a cabo un acuerdo que se ha visto sacudido por las turbulencias del mercado y las preocupaciones no del todo explicables de Musk sobre el número de cuentas falsas en Twitter.
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La noticia eclipsó la reunión anual de accionistas de Twitter del miércoles. Los accionistas no abordaron directamente el acuerdo con Musk; esa votación se programará para una fecha futura aún no determinada, en caso de que el acuerdo siga adelante. Las acciones de Twitter subieron un 5,5% hasta los 39,22 dólares en las operaciones posteriores al cierre del mercado, tras una subida del 3,9% en las operaciones regulares.
Los cambios en la financiación descritos en un documento regulatorio reducirían en 6.250 millones de dólares el paquete de préstamos que Musk había preparado para la compra de Twitter. Eso significa que Musk tendrá que recaudar esa suma en compromisos de acciones en lugar de deuda. De este modo, la parte de capital del acuerdo —sustentada en acciones— subiría a 33.500 millones de dólares, frente a los 27.250 millones de dólares que Musk reveló hace tres semanas.
La documentación presentada ante la Comisión de Valores de Estados Unidos no detalla dónde obtendrá Musk el capital adicional, pero enfatizó que todavía está tratando de persuadir a su amigo y ex director general de Twitter, Jack Dorsey —un partidario de la compra_, para que aporte sus acciones al paquete de financiación.
Dorsey, también cofundador de Twitter, posee una participación del 2,4% que actualmente tiene un valor de unos 700 millones de dólares, según el precio de las acciones de la compañía al cierre del miércoles, de acuerdo con FactSet Research. Musk posee una participación de casi el 9,6%, con valor de 2.700 millones de dólares.
El miércoles también fue el último día de Dorsey como miembro de la junta directiva de Twitter, una fecha establecida cuando renunció como CEO en noviembre del año pasado.
