WASHINGTON (AP) — La economía estadounidense se contrajo en los primeros tres meses del año a pesar del robusto gasto consumidor, informó el gobierno el jueves al reducir su estimado previo sobre el lapso enero-marzo.
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La contracción del producto interno bruto no parece presagiar el inicio de una recesión. Fue causada, en parte, por la brecha comercial: Estados Unidos gastó más en importar productos del extranjero de lo que otros países gastaron en comprar exportaciones estadounidenses. El déficit comercial provocó una baja de 3,2 puntos porcentuales en el PIB.
Y el más lento reabastecimiento de inventarios por parte de tiendas y almacenes, que habían sido abultados en el período previo a la temporada de compras decembrinas, causó otra baja de casi 1,1 puntos porcentuales.
Según analistas, la economía va encaminada a regresar a un crecimiento en el lapso abril-junio.
El Departamento de Comercio estimó que la economía se contrajo a una tasa anual de 1,5% entre enero y marzo, levemente más del 1,4% estimado el mes pasado. Es la primera vez que la economía se contrae desde el segundo período del 2020 — cuando el país estaba en el fondo de la recesión pandémica — y sigue a una robusta expansión de 6,9% en los últimos tres meses del 2021.
Estados Unidos está actualmente sumido en una tendencia inflacionaria, que ha afectado particularmente a hogares de bajos ingresos. Si bien muchos trabajadores han recibido aumentos salariales, no han correspondido a la inflación. En abril, los precios al consumidor aumentaron en 8,3% con respecto al mismo período del año anterior, poco menos del récord de cuatro décadas registrado el mes previo.
La inflación se está convirtiendo en un problema político para el presidente Joe Biden y los demócratas cuando faltan pocos meses para las elecciones legislativas de noviembre. Una encuesta reciente reveló que el índice de aprobación hacia Biden es de 39%, su punto más bajo en lo que va de su presidencia, y muchos de los encuestados citaron la inflación como una de las razones.