COLOMBO, Sri Lanka (AP) — Las autoridades de Sri Lanka cerraron el viernes las escuelas y pidieron a los funcionarios que no acudan a sus puestos, una medida desesperada para prepararse para una acuciante escasez de combustible que se espera que dure días ante su peor crisis económica en décadas.
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El Ministerio de Administración Pública pidió a los funcionarios, excepto a los encargados de los servicios esenciales, que se queden en casa el viernes “en vista de la actual escasez de combustible y de los problemas en las instalaciones de transporte” en todo el país.
Las escuelas estatales y privadas autorizadas por el gobierno cerraron también el viernes ante el empeoramiento de los problemas de suministro del combustible, con miles de personas haciendo fila en las gasolineras de la isla durante días.
Sri Lanka no tiene apenas gasolina y enfrenta una grave escasez de otros combustibles.
El gobierno lleva meses estado tratando de encontrar dinero para financiar la importación de combustible, gas y otros productos esenciales mientras la nación del océano Índico se encuentra al borde de la bancarrota.
Sus problemas económicos derivaron en una crisis política y el gobierno enfrenta protestas y disturbios generalizados.
Durante meses, la población ha tenido que hacer largas filas para comprar productos básicos, la mayoría de los cuales llegan desde el extranjero. La escasez de divisas también dificultó la importación de materias primas para la fabricación y empeoró la inflación.
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Los manifestantes bloquearon las principales calles exigiendo gas y combustible y las televisoras mostraron como en algunas zonas la gente se peleaba por las limitadas existencias.
Las autoridades han anunciado cortes de electricidad en todo el país, de hasta cuatro horas al día, por la falta de combustible para las centrales eléctricas.
Sri Lanka suspendió el pago de préstamos internacionales por alrededor de 7.000 millones de dólares que vencían este año, de los 25.000 millones que tendría que devolver para 2026. La deuda externa total de la nación asciende a 51.000 millones de dólares. El Ministerio de Finanzas dice actualmente disponen de apenas 25 millones de dólares en reservas extranjeras utilizables.
Los inconformes ocupan la entrada de la oficina del presidente, Gotabaya Rajapaksa, desde hace más de un mes para exigir su renuncia.
Meses de protestas antigubernamentales han provocado el casi desmantelamiento de la otrora poderosa familia gobernante: uno de los hermanos del mandatario renunció al cargo de primer ministro, y otros y un sobrino, a sus puestos en el gobierno. Los manifestantes acusan a los Rajapaksa de causar la crisis por la corrupción y la mala gestión.
El nuevo primer ministro, Ranil Wickremesinghe, dijo el lunes que se necesitan urgentemente unos 75.000 millones de dólares para ayudar al suministro de bienes esenciales, pero el Tesoro tiene problemas para encontrar siquiera 1.000 millones.