KOENIGSWINTER, Alemania (AP) — Los ministros de Hacienda de las economías desarrolladas que integran el Grupo de los Siete debatirán el jueves los efectos inmediatos de la guerra rusa en Ucrania y la pandemia de COVID-19, que han adquirido prioridad sobre sus ambiciosos planes de reforma de la economía global.
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La crisis de refugiados, la inflación elevada, las ramificaciones de una pandemia que lleva varios años y la inseguridad alimentaria exacerbada por la guerra y el cambio climático son algunos de los temas en discusión.
El anfitrión del encuentro, el ministro de Hacienda alemán, Christian Lindner, expresó la esperanza de que las democracias desarrolladas del mundo puedan ponerse de acuerdo sobre el envío de nuevos fondos a Ucrania para defenderse de Rusia.
Lindner dijo a la prensa antes de la reunión de los ministros en Koenigswinter, Alemania, que Ucrania necesitará “varias decenas de miles de millones de euros” en los próximos meses.
“Me siento bastante optimista de que en esta reunión del G7 podremos aumentar la financiación para que Ucrania pueda defenderse en los próximos meses”, agregó.
La inseguridad alimentaria ha sido un tema clave desde antes del inicio del encuentro. El miércoles, funcionarios de Estados Unidos y otros países presentaron un plan de miles de millones de dólares para enfrentar los peligros de la creciente fragilidad de la economía mundial. Estados Unidos, bancos de desarrollo y otros grupos colaboraron en el esfuerzo.
La invasión rusa de Ucrania ha provocado aumentos fuertes de los precios de alimentos y energía, lo que contribuye a una ralentización del crecimiento y amenaza con llevar a una estanflación global: una situación de inflación y desempleo altos y producción económica baja.
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Los dos países son grandes exportadores de trigo, cebada y aceite de girasol. La interrupción del suministro de alimentos y fertilizantes ya provoca precios altos y agrava la inseguridad alimentaria en África, Medio Oriente y partes de Asia.
La secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, dijo el miércoles que “la perspectiva económica global es difícil e incierta” y que “los precios elevados de alimentos y energía tienen efectos estanflacionarios al deprimir la producción y el gasto y elevar la inflación en todo el mundo.
El Departamento de Estado dice que unos 40 millones de personas caerán en la pobreza y la inseguridad alimentaria para fines de año, de acuerdo con las proyecciones.
Yellen dijo que Estados Unidos se ha comprometido a obligar a Rusia a rendir cuentas y reclamó la aplicación de un plan impositivo internacional firmado en octubre por 130 países. El atasco legislativo en Washington significa que ese objetivo es de difícil realización para Yellen, al menos en lo interno.
Otro tema en discusión son los esfuerzos para conseguir que China alivie la presión sobre los países a los que ha prestado dinero.
“La situación de los Estados de bajos ingresos significa un riesgo para la seguridad alimentaria global y la estabilidad del sistema financiero internacional”, afirmó Lindner.
“Le recuerdo a China que tiene responsabilidad en esta situación de seguridad”, añadió. “Necesitamos más trasparencia en lo que hace a los problemas globales de deuda y con toda seguridad, este también es un tema para esta reunión”.