CANBERRA, Australia (AP) — Una mujer chilena de 69 años buscada en Chile por cargos de secuestro que se remontan a la dictadura militar de Augusto Pinochet, en la década de 1970, se enfrenta a la extradición desde Australia luego de que un tribunal rechazó su último recurso posible.
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Adriana Rivas había apelado al máximo tribunal australiano luego de que en noviembre tres jueces de la Corte Federal rechazaron por unanimidad su recurso a la extradición a su país natal.
Pero la Corte Suprema de Australia emitió un certificado el lunes señalando que su solicitud se dio por abandonada debido a fallos de procedimiento no especificados cometidos por su abogado.
Rivas ha librado una batalla legal de tres años para evitar su regreso a Chile por el presunto secuestro de siete personas en 1976 y 1977, incluyendo el líder del Partido Comunista, Víctor Díaz, y Reinalda Pereira, quien también militaba en la formación y estaba embarazada de cinco meses.
Rivas trabajaba como asistente de Manuel Contreras, director de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), la policía secreta durante la dictadura de Pinochet. Rivas niega haber conocido siquiera a las presuntas víctimas, cuyos cadáveres nunca han sido encontrados.
El final del proceso judicial allana el camino para que la fiscal general australiana de el último paso y apruebe la extradición.
Pero tras la convocatoria de elecciones el pasado 10 de abril, el ejecutivo actual es provisional y la decisión final podría tomarla la persona que asuma el cargo después de los comicios del 21 de mayo.
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La oficina de Michaelia Cash dijo en un comunicado el martes que sería inapropiado realizar comentarios sobre el caso de Rivas porque “este proceso todavía no ha finalizado”.
El fiscal debería dar un plazo razonable para considerar todos los argumentos que Rivas quiera ofrecer contra su extradición.
Adriana Navarro, una abogada nacida en Chile y asentada en Sydney que defiende a las víctimas de Pinochet, dijo que sospecha que Rivas esperaba alargar el proceso solicitando una ampliación del plazo.
“Claramente, las familias no van a permitir eso», afirmó la letrada, alegando que Rivas podría pedir a un tribunal que revise la decisión de la Fiscalía General de enviarla de regreso a su país.
Los abogados de Rivas sostiene que no era agente de la DINA y que su trabajo allí era mundano. Entre sus tareas se incluía recoger la ropa de la lavandería, hacer café y traducir, agregaron. Además, afirmaron que las supuestas víctimas fueron detenidas luego de arrestos, no fueron secuestradas, y que esa fue una acción del Estado, no de individuos particulares.
Rivas se mudó a Australia en 1978 y fue detenida en Chile durante una visita familiar en 2006. Quedó libre tras algunos meses en libertad condicional y huyó a Australia en 2009.
Vivía tranquilamente en los adinerados suburbios del este de Sydney, donde trabajaba como niñera y empleada de limpieza a tiempo parcial, hasta que fue arrestada en febrero de 2019 bajo una orden de extradición de la Corte Suprema de Chile.
Sería la primera persona extraditada de Australia a Chile.