El director humanitario de la ONU, Martin Griffiths, exhortó a un mundo enfocado en la guerra de Rusia en Ucrania a no olvidar el conflicto en Yemen, donde “una de las catástrofes humanitarias más graves del mundo” ha dejado a 19 millones de personas en situación de hambre este año, entre ellas 160 mil que probablemente se enfrenten a “condiciones similares a la hambruna”.
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Griffiths comentó al Consejo de Seguridad de la ONU que Yemen se ha convertido en lo que las autoridades humanitarias califican como una “emergencia crónica” que a menudo conduce a la inercia y a la fatiga de los donantes.
Esto no debe ocurrir, dijo, con el país más pobre del mundo árabe, que tiene el mayor porcentaje de su población necesitada: tres de cada cuatro yemeníes, es decir, 23.4 millones de personas.
Griffiths, subsecretario general de Asuntos Humanitarios, habló en la víspera de la conferencia virtual de alto nivel sobre promesas de contribuciones para Yemen, organizada para el miércoles por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, el presidente suizo Ignazio Cassis y la ministra sueca de Asuntos Exteriores Ann Linde. Pretende recaudar casi 4 mil 300 millones de dólares para ayudar a más de 17 millones de personas en todo Yemen este año.
El evento “no es sólo por el dinero, aunque eso es sumamente importante”, señaló Griffiths.
“También es una oportunidad para que la comunidad internacional muestre que no nos estamos rindiendo en Yemen, incluso después de todos estos años y con tantas crisis nuevas que han emergido. Y ese es un mensaje muy importante”.
Griffiths dijo que las agencias de ayuda enfrentan “una escasez de fondos alarmante y sin precedentes” que ha provocado que dos terceras partes de los programas más importantes de la ONU sean reducidos o suspendidos en los últimos meses por falta de dinero.
Esto ha incluido “profundos recortes en servicios básicos como la ayuda alimentaria, el agua, la asistencia sanitaria y la ayuda a las personas que huyen de la violencia”, añadió.