LONDRES (AP) — El gobierno de Gran Bretaña impuso el jueves restricciones sin precedentes a la capacidad de funcionamiento del Chelsea tras las sanciones a su propietario, el magnate ruso Roman Abramovich.
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Abramovich fue uno de los siete millonarios rusos a quienes las autoridades británicas congelaron sus activos. Esto paraliza su capacidad vender el Chelsea, como anunció la semana pasada tras la invasión rusa de Ucrania.
El gobierno emitió lo que calificó de “licencia especial” para garantizar que el club pueda seguir jugando y que sus trabajadores cobren. Pero no podrá vender nuevas entradas a los aficionados ni merchandising.
Se trata de “privar a Abramovich de los beneficios por propietario del club”, tuiteó la secretaria de Cultura, Nadine Dorries. “Sé que esto conlleva cierta incertidumbre, pero el gobierno trabajará con la liga y los clubes para que se siga jugando al fútbol mientras se garantiza que las sanciones afectan a quien corresponde. Los equipos de fútbol son activos culturales y la base de nuestras comunidades. Estamos comprometidos con su protección».