Josh Hamilton, extoletero de los Rangers de Texas, se declaró culpable de un cargo menor en un caso que se derivó de un altercado con su hija adolescente, informaron las autoridades.
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Hamilton, de 40 años, se declaró culpable en Fort Worth, Texas, de retener ilegalmente a una persona, bajo los términos de un arreglo mediante el que se desecha la acusación grave de lesiones a una menor de edad, informó la Fiscalía Penal de Distrito del Condado de Tarrant, en sus redes sociales.
El juez estatal de distrito Mike Thomas sentenció a Hamilton a un año de libertad condicional diferida, lo multó con 500 dólares y le ordenó pagar los costos judiciales, realizar servicio comunitario y asistir a lecciones de paternidad y control de ira.
Thomas le ordenó además al pelotero no consumir alcohol, someterse a análisis aleatorios de drogas y no tener contacto con la hija a la que retuvo. Si cumple con los requisitos de la libertad condicional, el cargo se retirará.
Los abogados de Hamilton habían dicho que el jugador, miembro del Salón de la Fama de los Rangers de Texas, era inocente de causar lesiones a una menor.
Su hija de 14 años dijo a su madre, la exesposa de Hamilton, que el deportista la había golpeado, luego de enfurecer por un comentario de la joven.
De acuerdo con un citatorio de un detective del Departamento Policial de Keller, la hija de Hamilton dijo a las autoridades que el pelotero había perdido los estribos el 30 de septiembre de 2019. Relató que ella había hecho un comentario que causó la furia de Hamilton, quien le arrojó una botella llena de agua al pecho, además de insultarla a gritos.
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Luego, arrojó y destruyó una silla donde la adolescente reposaba los pies, dijo la presunta víctima a los detectives. Hamilton habría tomado a su hija por los hombros y la levantó de otra silla, donde estaba sentada.
La joven dijo que había caído al piso, antes de que su padre la levantara y la llevara a su dormitorio.
“Lo siento”, habría dicho la adolescente, según su propio testimonio.
Pero Hamilton la habría arrojado a la cama, donde presionó su rostro contra el colchón, antes de propinarle manotazos y puñetazos en las piernas.
En su relato, la joven dijo que Hamilton le había dicho que esperaba que le contara a un juez “lo terrible que soy como padre, para que no tenga que verte más y no tengas que volver a mi casa”.