Adaptarse a un nuevo hogar puede ser difícil para cualquiera. Así que los científicos han echado mano de algunos trucos para que los búhos de madriguera que son recién reubicados, sientan que no están solos en su nueva morada, reproduciendo cantos de búho y esparciendo heces falsas.
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Las praderas en las que viven los búhos son tierras codiciadas en el mundo de los bienes raíces, y estas pequeñas aves han estado perdiendo terreno ante el desarrollo en regiones de rápido crecimiento urbano como Silicon Valley y el sur de California.
Aunque los biólogos han intentado trasladar a los búhos a praderas protegidas, la dificultad consiste en conseguir que los búhos acepten sus nuevos hogares. Los intentos anteriores demostraron que no bastaba con dejar a los búhos en un hábitat privilegiado. En un programa piloto, los científicos se esforzaron por crear la impresión de que ya había búhos en esa zona para que se quedaran. Y funcionó.
“Les gusta estar en grupos, vivir cerca de otros búhos”, dijo Colleen Wisinski, bióloga de conservación de la Alianza para la Vida Silvestre del Zoológico de San Diego, que puso en marcha el experimento junto con el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos.
Este equipo de científicos reprodujo grabaciones de los cantos de los búhos antes y después de liberar a los ejemplares recién llegados en cuatro puntos del sur de California.
Wisinski utilizó una jeringa para distribuir heces falsas de búho -en realidad, pintura blanca.
Los resultados se publicaron el jueves en la revista especializada Animal Conservation.
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Los búhos de madriguera, también conocidos como tecolotes llaneros, son una especie protegida por las leyes federales que prohíben matar a esta especie, aunque no protegen su hábitat. Por lo general, se les expulsa de sus madrigueras antes de construir propiedades.
“Si después de ser desalojados no tienen a dónde ir, básicamente es una sentencia de muerte”, afirma Lynne Trulio, ecóloga de la Universidad Estatal de San José que lleva tres décadas estudiando los búhos de madriguera y no participó en el estudio.
La población de búhos de madriguera occidental -la subespecie que vive en California- ha disminuido en una tercera parte desde 1965. Se considera una “especie de especial preocupación” en el estado.
Para su experimento, los científicos trasplantaron 47 búhos de madriguera entre 2017 y 2018. A 20 de ellos se les colocaron dispositivos GPS para seguir sus movimientos, y los científicos también volvieron a los lugares para comprobar su estado.
La mayoría se instaló con éxito en sus nuevos hogares y establecieron comunidades para reproducirse. En el sitio principal, la Reserva Ecológica de Rancho Jamul, en el suroeste del condado de San Diego, hubo unos 50 polluelos de búho en 2020.
Los investigadores también hicieron un seguimiento de los búhos que se quedaron solos para encontrar nuevos hogares. A esos búhos no les fue tan bien.
———— El Departamento de Salud y Ciencia de Associated Press recibe el apoyo del Departamento de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes. La AP es la única responsable de todo el contenido.