LIMA (AP) — El gobierno de Perú dijo el lunes que el uso del cabello humano es una «herramienta poco efectiva” para mitigar un derrame de 6.000 barriles de petróleo sobre el Pacífico frente a una refinería de Repsol que ocurrió hace más de una semana horas después de una erupción de un volcán submarino cerca de Tonga.
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El Ministerio del Ambiente aclaró que no realiza «ninguna campaña de recolección de cabello» luego que los últimos días, municipios y organizaciones no gubernamentales alentaron mediante las redes sociales a que los ciudadanos se corten el cabello para fabricar una especie de salchichas gigantes con los que formarían barreras y se absorbería el crudo en las 713 hectáreas afectadas en el mar.
El Ministerio añadió que incluso la “manipulación” de estas salchichas, con cabellos humanos en su interior, podrían “generar más residuos en el mar” y precisó que ante el derrame petrolero se requieren otras soluciones “a gran escala” por parte de la española Repsol.
La peruana Jenny Zenobio, una doctora en química ambiental por la Universidad de Purdue, dijo en su cuenta de Twitter que el cabello humano es un «excelente sorbente porque es oleofílico (absorbe aceites) / hidrofóbico (repele el agua)». Pero, indicó que bajo “condiciones perfectas” se necesitarían más de 175 toneladas de cabello para remover los 6.000 barriles derramados.
Zenobio recordó luego en el programa por internet “Encuentro con la ciencia”, que dirige el científico peruano Modesto Montoya, que a nivel mundial las tecnologías que se usan con más frecuencia para remover el petróleo del mar son unas barreras de contención absorbentes que evitan el avance del crudo y, de otro lado, unos aparatos que separan el agua del petróleo y recolectan estos últimos.
La experta indicó que “veía desórdenes” tanto en el gobierno como en la compañía Repsol. “Siento que están haciendo trabajos muy insignificantes para el daño que realmente ocurre”, indicó.
La idea de usar cabellos humanos para absorber petróleo le surgió en 1989 a Phillip McCrory, un peluquero de Alabama quien vio a una nutria empapada de crudo tras el famoso derrame del Exxon Valdez en Alaska. En 2006 la técnica fue puesta en práctica tras un vertimiento en una isla de Filipinas y también en 2020 por los habitantes de la isla Mauricio, en cuyas aguas del océano Índico se produjo un derrame petrolero luego del choque de un carguero japonés con un arrecife.
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Zenobio recordó que en Perú hay derrames de crudo constantemente y “es raro” que no se tengan los equipos para solucionarlo. “Este tipo de tecnologías son comunes, han sido patentadas muchos años atrás y son mundialmente usadas, es increíble de que no existan en Perú”, precisó la científica.
Hace tres días se reportó de un derrame petrolero “de mínimo impacto” en la Amazonía en un oleoducto propiedad de la petrolera estatal. Sólo entre 2000 y 2019 ocurrieron 474 derrames de petróleo en la Amazonía que han provocado más de 2.000 sitios contaminados, según una contabilización de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos usando datos oficiales.