En el Perú, según reporta el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad – CONADIS, tenemos 8 800 personas registradas con Síndrome de Down (hasta el 2017). Una cifra mucho menor a la real, que no se haya inscrita y registrada oficialmente. Eso evidencia que existe una dificultad para conocer a todos y desarrollar las políticas en salud, educación y empleo que aseguren igualdad de oportunidades para estas personas.
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El Síndrome de Down es una alteración genética, producida por la presencia de un cromosoma extra en el par 21. Es decir, en lugar de los dos cromosomas que existen habitualmente; las personas con Síndrome de Down tienen 3; y por ello, también se conoce como trisomía 21. No es una enfermedad, sino como lo indica su nombre, es un síndrome.
Si bien es cierto que el ser humano dispone de una serie de capacidades cognitivas, funcionales, motoras, emocionales y psicosociales que le permiten su adaptación al entorno y dar respuesta a las exigencias de éste. No obstante, las personas con Síndrome de Down pueden presentar algunos retrasos en el lenguaje y de memoria a corto y largo plazo. Por lo tanto, es importante que desde su nacimiento hacia su crecimiento integral, se debe reforzar continuamente la estimulación del pequeño, especialmente en los primeros 5 años.
De este modo Lizbett Tolentino, Directora del Área Educativa del Centro Ann Sullivan del Perú, organización dedicada a brindar educación para servir a la comunidad con habilidades diferentes y sus familias, da a conocer algunas medidas para fortalecer favorece el desarrollo de condiciones mentales y físicas de las personas con Síndrome de Down.
· Estimulación de la psicomotricidad: Esto ayudará a fortalecer la musculatura de las manos y las extremidades. Una metodología que funciona bien para este ejercicio es trabajar con aros y pelotas, el cual consistirá en que el menor enceste el balón en los aros. Asimismo, podemos incluir otros retos, por ejemplo utilizar las pelotas y aros del mismo color, segmentando más aún la dinámica.
· Estimulación del lenguaje: Las habilidades que posibilitan el lenguaje es esencial en los niños con síndrome de Down a la hora de ganar mayor independencia. En este caso, las escenografías o teatros son de gran utilidad, dado que su participación del niño al recitar pequeñas líneas o frases ayuda a desenvolverse mejor. Asimismo, la lectura de frases o fragmentos en voz alta aporta en este punto.
· Estimulación visual: Su memoria visual es mejor que la auditiva, por lo que es ideal fortalecer el uso de estas herramientas gráficas, e incluso hacer que experimente un aprendizaje más visual y activo. El ir al parque lo ayudará a observar todo lo que hay en su alrededor, es decir, tener un contacto más cercano con el exterior, más próximo. Asimismo, le permitirá conocer a otros menores.
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· Estimulación de la atención y memoria: Fomentar la atención en niños con síndrome de Down ayudará a potenciar su interacción con el entorno y a fortalecer sus habilidades en relación a la memoria y lenguaje. Una de las dinámicas que refuerza a lo anteriormente mencionado es a través de los cuentos. Una vez escuchada la historia se recomienda realizar preguntas o solicitar un breve resumen de este, de esta manera estaremos reforzando su atención y recordación.
Finalmente la especialista indicó que el estado emocional de un niño con Síndrome de Down es más sensible que el de otra persona, lo que vuelve más necesaria aún la inserción de los padres en todo el proceso. Saber que están acompañados y que tienen todo el apoyo es necesario por parte de sus padres, esto les generará confianza y seguridad.