Las ‘dos sesiones’ de este año en China, aplazadas por más de dos meses, poseen un significado especial en vista de las perturbaciones que la epidemia sin precedentes del nuevo coronavirus suponen para los esfuerzos del país en la eliminación de la pobreza absoluta y la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada.
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Las sesiones anuales de los principales órganos legislativo y de consulta política de China se llevan a cabo en un momento en el que el país enfrenta una creciente presión para cumplir los objetivos en este año, en el contexto del brote de la neumonía COVID-19 y la recesión económica global.
Se espera que durante las «dos sesiones» el liderazgo reafirme su compromiso con el logro de los objetivos.
Las tareas son abrumadoras. Para el final del año pasado había todavía millones de personas pobres, y la epidemia ha complicado aún más los desafíos.
China necesita establecer metas de desarrollo económico más flexibles y factibles con principios prácticos a fin de combatir las incertidumbres internas y externas.
En los próximos días se anunciarán las políticas fiscales y monetarias. Se debe cumplir con la meta mínima de generación de empleo. Además, en las sesiones se discutirán asuntos de salud pública y se deliberará un proyecto de código civil.
Será una buena oportunidad para que los legisladores y asesores políticos alcancen consensos, acopien sabiduría y levanten la moral para lograr la misión nacional.
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La epidemia ha impactado negativamente la economía china, como lo evidenció la disminución del 6,8 por ciento interanual en el producto interno bruto del país en el primer trimestre.
Pero la determinación del liderazgo de alcanzar la meta a tiempo es firme, y sus acciones son concretas, estableciendo un curso hacia la transformación de alta calidad y un desarrollo más sostenible.
No se debe malgastar ni un segundo. Todo el espectro social del país está esforzándose para reanudar el trabajo y la producción con el fin de recuperar el tiempo perdido a causa del brote epidémico.
Las «dos sesiones» de este año, aunque más tarde que lo usual, constituirán una «estación de recarga» de confianza y un nuevo punto de partida para la nación.
A partir de ahora, con una hoja de ruta clara y con solidaridad, el país avanzará hacia la victoria en la lucha contra la pobreza y en la realización del objetivo de la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada de acuerdo con lo planeado.
Fuente Agencia Xinhua
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