La condena a cadena perpetua, más 30 años adicionales de prisión, que recibió Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera el último miércoles 17 de julio, puso fin a uno de los juicios más esperados y espectaculares registrados en Estados Unidos.
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Y no era para menos, Guzmán fue hallado culpable de los diez cargos por narcotráfico que enfrentaba en Nueva York. Solamente con el primero de esos delitos, el de liderar una empresa criminal como el cártel de Sinaloa durante un cuarto de siglo (entre 1989 y 2014), ya tenía como sentencia mínima obligatoria pasar el resto de sus días tras las rejas.
Este capo del narcotráfico no solo se hizo conocido por sus ‘narcotúneles‘, utilizados para trasladar droga por la frontera, sino por haber fugado en dos oportunidades de penales de máxima seguridad en México.
A pesar de haber tenido una infancia muy dura y haber vivido en la pobreza, se llegó a convertir en uno de los narcotraficantes más peligrosos y buscados por la justicia. A su paso por el mundo de los cárteles, recibió algunos apodos.
Origen del apodo El Chapo
Aunque se conocen pocos detalles de su infancia, a la edad de 15 años, Guzmán empezó a sembrar marihuana para comercializarla en Culiacán por medio de su tío, empezando a hacerse conocido por la zona por lo que debían ponerle un sobrenombre.
Debido a que en el estado mexicano de Sinaloa, lugar donde nació y creció Guzmán Loera, a las personas de baja estatura se les llama chaparros, el narcotraficante fue bautizado con ese apodo. ¿Por qué? Pues el capo de la droga apenas medía 1.64 metros.
Otros de los apodos con que las autoridades estadunidenses identifican a Joaquín Guzmán Loera eran: Shorty, El Señor, El Jefe, Nana, Apa, Papá, El Inge y El Viejo.
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El Rápido: el sobrenombre cuando era parte del Cártel de Guadalajara
El apodo de El Rápido proviene de los años en que Joaquín Guzmán Loera formaba parte del ahora extinto cártel de Guadalajara, que era liderado por Miguel Ángel Félix Gallardo, «El Jefe de Jefes».
Esta organización tenía nexos con la mafia colombiana, a la que ayudaba a traficar su droga a Estados Unidos, siendo Amado Carrillo, ‘El Señor de los Cielos’, la estrella del cártel por sacar la mercancía en su flota de aviones.
Después de la detención de El Jefe de Jefes, así como de Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca Carrillo, se terminó con el cártel de Guadalajara y quedó dividida en tres cárteles: el de Juárez, liderado por El Señor de los Cielos; el de Tijuana, de los hermanos Arellano Félix; y el de Sinaloa, al mando de Guzmán Loera.
Como él no quería ser desplazado por otros narcotraficantes, ideó formas más seguras para trasladar la droga de México a Estados Unidos; dando así inicio a los ‘narcotúneles’. A través de ellos podía cruzar debajo de la tierra de la frontera gran cantidad del estupefaciente, más rápido que lo podía hacer por el aire Amado Carrillo.
Con esta práctica, llegó a cruzar diario, a tierras estadunidenses, la ‘mercancía’ que viajaba en 10 vuelos que llegaban a México proveniente de Colombia, según información de la Administración para el Control de la Droga (DEA, por sus siglas en inglés). Este fue motivo suficiente para que los colombianos apodaron a Guzmán Loera como El Rápido.
La vida de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán
Nació en La Tuna, Badiraguato, un municipio en las montañas de Sinaloa de donde son originarios varios de los jefes de narcotráfico más importantes de México.
La fecha de su nacimiento es discutida: algunos señalan que fue el 25 de diciembre de 1954, mientras que otros aseguran que fue el 4 de abril de 1957. Su padre era un gomero, un campesino que sembraba opio en Badiraguato.
Aunque se conocen pocos detalles de su infancia, Guzmán y sus hermanos tuvieron que abandonar la escuela para trabajar en un puesto de naranjas. A los 15 años empezó a sembrar marihuana, época en la que obtuvo el apodo de El Chapo, por su baja estatura.
Tras formar parte del cártel de Guadalajara, donde era conocido como El Rápido; tiempo después, llegó a ser líder del cártel de Sinaloa, que según el Departamento de Justicia de los Estados Unidos describió como ‘uno de los cárteles de la droga más prolíficos, violentos y poderosos del mundo’, por haber movido miles de millones de dólares en marihuana, cocaína, heroína y metanfetaminas.
Fue detenido en dos oportunidades, pero logró fugar de dos penales de máxima seguridad. En enero de 2016 fue recapturado por las autoridades mexicanas en Los Mochis, Sinaloa. Cuatro meses después, en mayo de ese año, un juez de México aprueba la solicitud de Estados Unidos para extraditarlo. Finalmente, tras un juicio realizado el 17 de juicio, el máximo capo de la droga fue sentenciado a cadena perpetua, más 30 años adicionales de prisión.